TEMA 5

 

LA LUCHA ESPIRITUAL DEL DISCIPULO DE JESUCRISTO

12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.
                                                                                                          Efesios 6:12-18

·         El discípulo del Señor Jesucristo se halla diariamente sosteniendo una lucha espiritual.

Es importante considerar que las Escrituras enseñan que el creyente que decide en su corazón ser un verdadero discípulo del Señor Jesucristo se hallará diariamente sosteniendo una lucha espiritual
Es necesario que por ello tenga presente los principios que el Señor nos enseña en su amada Palabra.
En los días de su ministerio de salvación en la tierra el Señor menciono que en el mundo tendríamos aflicciones.
Ver: Juan 16:33.
Evidentemente se estaba refiriendo a la lucha espiritual que el discípulo sostiene en medio de un mundo caído y afectado por el pecado. Sin embargo permaneciendo en Cristo tendríamos siempre victoria.
Ver: 1 Corintios 15:57.

·         La importancia de la armadura espiritual para el discípulo del Señor

Lamentablemente muchas veces y en general en la iglesia del Señor o no se considera o se olvida que el verdadero discípulo del Señor cuenta con una poderosa ARMADURA ESPIRITUAL, a fin de utilizarla en su lucha espiritual.
En el tiempo que el apóstol Pablo escribió su carta a los efesios los soldados romanos eran equipados con uniformes para enfrentarse con los enemigos del imperio. Observando los detalles del uniforme romano el apóstol Pablo guiado por el E. Santo relaciona la armadura militar con la armadura espiritual necesaria para el discípulo del Señor.
Ver: 2 Timoteo 2:3-4.
En el caso de los romanos la lucha era contra sangre y carne. En el caso de los discípulos del Señor es contra huestes espirituales en las regiones celestes. Es decir contra Satanás y sus demonios que componen su reino de maldad.
Ver: Efesios 6:12.
Es muy necesario considerar todos los elementos o piezas de la armadura de Dios y así procurar utilizarla todos los días. No se trata como se entendería en un sentido natural el “ponerse” y “sacarse” todos los días la armadura. Sino “ponerse” en un sentido espiritual será creer en cada una de las bendiciones, mandamientos y promesas en su Palabra y que tenemos a nuestra disposición –piezas de la armadura – memorizarlas, entenderlas y tenerlas presente y especialmente saber utilizarlas.

·         La victoria del discípulo del Señor sobre el mundo.

En las Escrituras se menciona el termino “mundo” con cierta frecuencia.
Nuestro Señor Jesucristo nos enseña que en el mundo tendríamos aflicción pero que El había vencido al mundo.
Por ello es necesario que el discípulo del Señor sepa claramente que es lo que la Biblia enseña por mundo.

.-Existen dos acepciones en la Palabra de Dios para el término “mundo”.
a)     Mundo como expresión que deriva del griego “kosmos”. Es el universo o todo lo creado. Todas las cosas o cielo y tierra. Ver: Hechos 17:24. En el mundo se encuentra la humanidad que es la parte más importante del universo. Por tanto “mundo” en su sentido de “kosmos”, se usa para el mundo habitado en el que nacen los hombres y en el viven hasta morir. Fue por este mundo que el Señor Jesús murió en la cruz. Ver: Juan 3:16.
b)    Mundo como expresión de la rebelión del hombre producto del pecado. Ver: Ro. 5:18. Desde el momento de la caída el mundo está desorganizado en la garras del maligno.        Ver: 1 Juan 5:19. Por tanto en el mundo caído se manifiestan en los hombres las características de la naturaleza caída: amor a las obras de la carne; los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida.
Ver: 1 Juan  2:15-16.

Como vemos las Escrituras consideran al mundo impío como todo aquello que no es de Dios y cuyas obras se manifiestan a través de la naturaleza caída del ser humano. Por ello el Señor enseñaba que lo que contaminaba al hombre no era lo que venía de afuera sino lo que salía de adentro o sea del corazón.
Ver: Mateo 15:17-20.
En la conversión o nuevo nacimiento el Señor nos trajo de la potestad de Satanás a la luz que es en Cristo Jesús el perdón de pecados y la vida nueva.
Ver: Hechos 26:18.
Considerando las tres áreas especificadas en 1 Juan 2:15-16 tenemos:
-       DESEOS DE LOS OJOS se refleja en la codicia propia del hombre natural. El discípulo deberá cuidarse en esa área de su vida espiritual. Codiciar será buscar tener algo que no es lícito para el creyente o el Señor lo prohíbe en su Palabra. Ej.: adulterio.
Ver: Santiago 4:1-10.
-       VANAGLORIA DE LA VIDA se refleja en esa ansia de poder que es innata en el hombre natural pero que el verdadero discípulo del Señor debe cuidarse.  Se expresa como jactarse de logros conseguidos por esfuerzo y merito propios. Gloriarse de éxitos materiales conseguidos únicamente por habilidad o astucia propiamente humanos.
Ver: 1 Juan 2:16; 1 Pedro 1:24.
-       DESEOS DE LA CARNE se refleja en el amor por los deleites de la carne. En un estudio anterior vimos que las Escrituras diferencian “carne” en un sentido natural que es el hombre creado por Dios – Génesis 2:23; y “carne” como expresión propia de la naturaleza caída del hombre y cuyas obras se describen en Gálatas 5:19-21. El discípulo del Señor deberá hacer morir por el Espíritu Santo las obras de la carne que batallan contra el alma.
Ver: Gálatas 5:16-17 y 24-26; Colosenses 3:5; Romanos 8:13-14.

Como quiera que a través de las obras de la carne se da lugar al enemigo de las almas Satanás y sus demonios es posible que por descuido el discípulo del Señor haya dado lugar en su vida o corazón a fuerzas demoníacas que se relacionan estrechamente con las obras de la carne y se alimentan de estas. Por ello utilizando las promesas descritas en la Palabra de Dios: los pecados son perdonados y los demonios son echados fuera en el Nombre de Jesús.
Ver: 1 Juan 1:9; Efesios 4:25-27; Marcos 16:17.


·         El discípulo carnal y el discípulo espiritual
El discípulo del Señor al principio manifiesta aspectos carnales o inmadurez en su vida espiritual. Esto se nota en la falta de fruto espiritual.
En su carta a los corintios el apóstol Pablo les menciona este aspecto. Los corintios tenían todos los dones sin embargo al no cuidar su vida espiritual no habían logrado crecer y se mantenían como “niños” en Cristo.
Ver: 1 Corintios 1:7;  3:1-3.
El verdadero discípulo del Señor buscará permanentemente ser lleno del Espíritu Santo de Dios reconociendo que su crecimiento espiritual no será con poder humano sino en el poder del Señor a través de su E. Santo.
Ver: Zacarías 4:6.
Un verdadero discípulo no descuidará este aspecto ya que se corre el riesgo de mantenerse carnal y no crecer en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
A continuación veremos en el siguiente cuadro comparativo tanto las características del cristiano carnal como las del cristiano espiritual.

CUADRO COMPARATIVO ENTRE EL DISCIPULO CARNAL vs. DISCIPULO ESPIRITUAL

DISCIPULO CARNAL


DISCIPULO ESPIRITUAL
1.- Generalmente ignora las promesas de la Biblia.

2.- Es afectado con frecuencia por la incredulidad.

3.- Falta de amor fraternal por los demás – desinterés y egocentrismo.

4.- Vida pobre de oración.

5.- Falta de interés por leer la Biblia.


6.- Actitudes legalistas – sin misericordia e implacabilidad.

7.- Pensamientos impuros – celos, contiendas, disensiones, inmoralidades, etc.

8.- Permanente preocupación – desaliento, falta de fe, ansiedad.

9.- Crítica permanente hacia otros hermanos en la fe, juicio carnal emitido en contra de otros.

10.- Constante desaliento, sentimientos de  frustración, derrota, etc.
1.- Capacitado por el E. Santo para recordar las promesas del Señor

2.- Controlado por el E. Santo para recibir fe en su caminar cristiano.

3.- Presenta a otros a Cristo en todas las oportunidades posibles. Misericordia.

4.- Vida eficaz de oración.

5.- Vivo interés por la lectura de la Biblia. Mantiene un devocional diario.

6.- Expresa el fruto del E. Santo – misericordia y bondad por otros.

7.- Busca llevar todo pensamiento a la obediencia a Cristo. Recuerda que tenemos la mente de Cristo.

8.- Por la llenura del E. Santo, confía plenamente en Dios y en su provisión.

9.- Por la llenura del E. Santo manifiesta en su vida la paciencia y benignidad para con sus hermanos.

10.- Vida espiritual eficaz, llena de gozo y entusiasmo para desarrollar en bendición la obra del Señor encomendada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario