Estudio Bíblico No. 11.- La organización de la iglesia del Señor Jesucristo (Los cinco dones ministeriales)

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” Efesios 4:11-12

“Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído” Hechos 14:23

¿La Biblia indica la forma como debe estar organizada la Iglesia del Señor?

El modelo que se debe seguir es el que muestra la iglesia primitiva, en el libro de Hechos de los Apóstoles.
La palabra de Dios enseña que la iglesia nació en el poder del Espíritu Santo, aquel día cuando en Jerusalén se celebraba la fiesta judía de Pentecostés.
En Hechos 2:2-3 dice: “Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”.
La Biblia enseña que se organizó siguiendo la plena guía del Espíritu Santo, estableciéndose ancianos en cada iglesia local (localidad o ciudad).
En principio se identificaban las iglesias locales por la ciudad en la que se encontraba (Ejemplo: la iglesia en Efeso, en Esmirna etc.).
No existían nombres o denominaciones que identifiquen tal o cual iglesia local. Luego de la ascensión de nuestro Señor Jesucristo a la diestra del Padre, quedaron sus apóstoles los que establecieron iglesias locales, a las que organizaron siguiendo la guía del Espíritu Santo. La doctrina impartida debía sujetarse a la revelación recibida por los doce apóstoles del Señor Jesucristo: la doctrina apostólica.
Ninguna iglesia cristiana evangélica puede funcionar sin líderes designados. Por ello en la Palabra de Dios encontramos que cristianos verdaderos y llenos del Espíritu Santo de Dios y que buscaban la voluntad de Dios mediante la oración y el ayuno, nombraban a ciertas personas para el oficio de anciano u obispo.
En Hechos 14:23 dice: "Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído".
En realidad uno de los cinco dones ministeriales que es el de pastor, recibió el nombre de anciano, obispo o supervisor. La iglesia del Señor Jesucristo entonces, debe estar conformada por un consejo de ancianos elegidos con la plena guía del Espíritu Santo de Dios, que serán los encargados de la edificación del cuerpo de Cristo, su iglesia.
En Hechos 15:4 y 6 dice:"Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto".
Encontramos que existía una plena comunión espiritual entre los apóstoles del Señor y los ancianos en la toma de decisiones, de acuerdo a la voluntad de Dios lo que era comunicado a la iglesia. También se enviaban misioneros a diferentes lugares, con propósitos especiales de evangelización es decir levantar obras o iglesias locales nuevas en otras ciudades o para aclarar puntos doctrinales referentes a la sana doctrina o doctrina apostólica.
En Hechos 15:22 dice: "Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos".
Posteriormente, se vio la necesidad de elegir a determinados hermanos de entre la congregación para ser varones diáconos o mujeres diaconisas. Estos tendrían la función de ser colaboradores del ministerio del consejo de ancianos en lo referente a servicios administrativos de todo orden (limpieza, distribución de alimentos, atención a los hermanos, etc.).
En Hechos 6:1-4 dice: “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. 2Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. 3Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. 4Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra”.

¿Qué requisitos debe cumplir un hermano para ser pastor o anciano y para llegara ser diácono?

La Palabra de Dios establece que los requisitos morales para el anciano o pastor y para los que deseen ser diáconos, son prácticamente los mismos.
Se hallan descritos en forma detallada los requisitos tanto para los pastores, obispos o ancianos como para los diáconos y diaconisas.
En 1 Timoteo 3:1-13 dice: “Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 7También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. 8Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; 9que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. 10Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles. 11Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. 12Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas. 13Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
En el vs.2, cuando dice: "...sea irreprensible...", manifiesta una aspecto fundamental que debería existir en todo pastor y es el hecho de no tener nada de que reprocharle. Por lo tanto deberá tener un buen testimonio delante de todos. Luego en el mismo versículo se mencionan otras características de un verdadero ministro del evangelio: "...marido de una sola mujer..."; considerando que debe ser un ejemplo en lo moral; "...sobrio, prudente, decoroso...", es decir deberá llevar una vida sana y juiciosa propio de una persona sensata, trabajadora y respetable; "...hospedador, apto para enseñar...", es decir dispuesto a hospedar en su hogar y también con capacidad de enseñar a otros.
En el vs.3 la Biblia especifica:"...no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas...", en sentido de que no deberá ser un borracho, ni amigo de peleas y contiendas, tampoco de la obtención de dinero mal habido como producto de la corrupción o el soborno: "...sino amable apacible, no avaro...", es decir que deberá tener un carácter amable y bondadoso y sin amor al dinero.
En el vs.4 se menciona lo siguiente: "...que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad...", es decir deberá saber gobernar con sabiduría que da el Señor su casa de tal manera que sus hijos le obedezcan con el debido respeto.
En el vs.6 y vs.7 respectivamente la Palabra de Dios a través del apóstol Pablo aclara un aspecto fundamental en la elección de un ministro del evangelio: "...no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo...que tenga un buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo...", es decir no deberá ser escogido como pastor de una iglesia local o ministro del evangelio un principiante ya que corre el riesgo de envanecerse. Al caer en pecado dará de sí un pésimo testimonio delante de los incrédulos lo que provocará que se enrede en un lazo de acusaciones del diablo que le impidan conducir con libertad el rebaño del Señor.
El apóstol Pablo en las Escrituras, es un fiel reflejo cómo debe ser un verdadero siervo de Dios.
En las Escrituras encontramos registrada su exposición delante los ancianos de Efeso, cuando se encontraba en Mileto, con la guía plena del Espíritu Santo de Dios les señala, cómo debería ser el comportamiento, la motivación y el servicio de un verdadero líder dentro de la iglesia del Señor Jesucristo.
Es notable su reconocimiento a la autoridad de los ancianos de Efeso, en su decisión de hacerlos llamar para informarles de su próximo viaje a Jerusalén.
En Hechos 20:19-28 dice: “…sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; 20y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, 21testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. 22Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; 23salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. 24Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. 25Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro. 26Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; 27porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. 28Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre”.
En 1 Corintios 11:1 dice: "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo".
Siguiendo la misma guía del Espíritu Santo, se eligieron a los siete primeros diáconos.
En Hechos 6:3-6 dice: "Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y de! Espíritu Santo, a Felipe, a Prócero, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquia; a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos".
Por tanto los diáconos y las diaconisas, tienen como función apoyar a los ancianos o pastores en las labores administrativas y de servicio en la obra del Señor.

¿Cuáles son los cinco ministerios espirituales en la iglesia del Señor Jesucristo y cuál su propósito?

La Iglesia del Señor Jesucristo tiene cinco ministerios espirituales que son dados por el Señor Jesucristo, el mismo que constituye a unos apóstoles a otros, profetas a otros evangelistas a otros pastores y maestros.
Son líderes espirituales y talentosos que el Señor provee a su iglesia a fin de perfeccionarlos para la obra del ministerio.
En Efesios 4:12-13 dice: "... a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagemas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”.

¿Qué función tiene el don ministerial de apóstol?

El oficio de apóstol se aplica a ciertos líderes en el Nuevo Testamento.
Originalmente recibieron esta denominación aquellos varones que fueron escogidos por el Señor Jesucristo para que fueran discipulados por El, y luego de ser testigos de su resurrección y ascensión a la diestra del Padre, recibieran la Gran Comisión de la predicación del evangelio y el establecimiento de su Iglesia. Ellos fueron los primeros discípulos.
El apóstol Pablo fue escogido después para completar el número de los doce.
En Lucas 6:13 dice: “En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. 13Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles: 14a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, 15Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote, 16Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor”.
Como Judas Iscariote fue eliminado del ministerio porque traicionó al Señor, quedaron solo once. Más tarde el apóstol Pedro quiso completar el número sugiriendo un sorteo que cayó en Matías, sin embargo las Escrituras nos muestran que por voluntad de Dios el que en realidad debía reemplazar a Judas Iscariote, debía ser un varón escogido por el Señor y que sería conocido con el nombre de Pablo, el apóstol de los gentiles.
En 1 Corintios 15:8 dice: “…y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí”.
Fueron los únicos que recibieron del Señor, la autoridad extraordinaria dentro de la verdadera iglesia del Señor Jesucristo, relacionada a la revelación divina y al mensaje evangélico original. En este sentido no existen sucesores, en la actualidad.
En Efesios 2:20 dice: "...edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo".
Por tanto, fue hasta el apóstol Pablo donde se completaron los apóstoles con un ministerio especial y exclusivo.
Mas tarde, y con el desarrollo de la predicación del evangelio en todas partes, se empleó el término apóstol para designar a las personas enviadas por una iglesia, con fines de establecer otras iglesias en otros lugares conforme a la verdad y a la pureza apostólica, y es el caso de los primeros misioneros cristianos.
Hoy, sigue siendo importante la misión de los apóstoles dentro del Plan de Dios en la iglesia. Serán siervos que manifiesten un liderazgo espiritual extraordinario y ungidos con poder por el Espíritu Santo, establecerán iglesias que se caractericen por mantener la sana doctrina.

¿…y cuál la función del don ministerial de profeta?

Son proclamadores e intérpretes de la Palabra de Dios, llenos del Espíritu Santo y levantados por el Señor para exhortar, animar, edificar, consolar a la iglesia.
De acuerdo a la plena guía del Espíritu Santo, ponen en evidencia el pecado, proclaman la justicia, advierten del juicio venidero y combaten la carnalidad y tibieza entre el pueblo de Dios. Debido al mensaje de justicia, los profetas y su ministerio pueden esperar un serio rechazo durante tiempos de apostasía y tibieza espirituales como los que hoy vivimos. Aunque es necesario aclarar que los mensajes de los profetas no se han de considerar infalibles. Sus mensajes se sujetan a la evaluación de la iglesia, a otros profetas y sobre todo a la Palabra de Dios. Se requiere que la congregación discierna y apruebe si lo que contiene es de Dios.
En Hechos 2:17; 13:1-2; 14:3 dice: “17Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré
de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
Vuestros jóvenes verán visiones Y vuestros ancianos soñarán sueños…
1Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. 2Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado…
3Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios”.
En 1 Tesalonicenses 5:19-22 dice: “19No apaguéis al Espíritu. 20No menospreciéis las profecías. 21Examinadlo todo; retened lo bueno. 22Absteneos de toda especie de mal”.
En Apocalipsis 2:2 dice: “2Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos”.

¿…y cuál la función del don ministerial de evangelista?

Son siervos y siervas que el Señor capacita y comisiona para proclamar el evangelio o las buenas nuevas de salvación a los no salvos.
El ministerio de Felipe “el evangelista”, que las Escrituras registran el Hechos 8:4-40, da una clara muestra de la obra de un evangelista de acuerdo a las normas del Nuevo Testamento.
En Hechos 8:4-17 dice: “4Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. 5Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. 6Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. 7Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; 8así que había gran gozo en aquella ciudad. 9Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. 10A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios. 11Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo. 12Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. 13También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito. 14Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; 15los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; 16porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. 17Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo”.
Felipe, predicaba el evangelio del Señor Jesucristo-vs.4-5 y 35, muchos recibían al Señor y se bautizaban -vs.6 y 12, señales, milagros, sanidades y liberaciones de espíritus inmundos acompañaban a la predicación - vs.6-7 y 13, y se interesaba que los recién convertidos sean llenos del Espíritu Santo de Dios –vs.12 y 17).



¿…y cuál la función del don ministerial de maestro?

Son siervos levantados y capacitados por el Señor con un don especial a fin de esclarecer, exponer y proclamar la Palabra de Dios para la edificación del cuerpo de Cristo.
Deberán guiar fielmente a la iglesia a la revelación bíblica y al mensaje original de Cristo y los apóstoles y perseverar en esa tarea.
Hoy, más que nunca el don ministerial de los maestros tiene una tremenda importancia ya que procurarán que la iglesia no caiga en errores doctrinales producto de la aparición de nuevos vientos de doctrina con base en experiencias religiosas, imaginaciones del corazón, ideas y filosofías humanistas contrarias a la Palabra de Dios.
Por tanto, el propósito principal de la enseñanza bíblica es preservar la verdad y producir santidad al guiar al cuerpo de Cristo a una consagración a la vida en santidad de acuerdo a la Palabra de Dios.
En 2 Timoteo 1:11-14 dice: “11del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles. 12Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me averg:uenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. 13Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. 14Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros”.