Guía de Apocalipsis 8.-

Los juicios de las siete trompetas
Primera parte
“Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. 2Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas” vs. 1-2.

Con el cumplimiento o activación por el Señor del contenido de los primeros seis sellos, se dio inicio a lo que nuestro Señor Jesucristo profetizó como la: Gran Tribulación o día del Señor. Ver: Mateo 24:21.
Los juicios de la semana setenta del profeta Daniel, Ver: Daniel 9:27, tendrán su desarrollo en tres series consecutivas. Siete sellos, siete trompetas y siete copas. Con el cumplimiento del sexto sello se cumplirá la primera parte de la semana setenta o los primeros tres años y medio, del total de siete años, los mismos que aumentarán en severidad e intensidad conforme se vayan desarrollando.
“…cuando abrió el séptimo sello…” vs. 1. La palabra profética muestra que el séptimo sello contiene a las siete trompetas del juicio que posteriormente serán tocadas.
“…se hizo silencio en el cielo como de media hora…” vs. 1. Se produce un silencio sobrecogedor y conmovedor, como de media hora, que expresa el silencio divino, preludio a los juicios terribles que en forma cada vez más severos se irán desatando sobre la tierra. Si hasta este momento se había escuchado alabanzas y cánticos, de pronto ocurre un silencio absoluto. Nos hace recuerdo a palabras inspiradas por el Espíritu Santo a profetas del Antiguo Testamento.
Ver: Sofonías 1:7-8; Zacarías 2:13.
Si bien nuestro Dios es muy misericordioso, que se apresura en perdonar y no en castigar, también por las Escrituras sabemos que nuestro Dios es Santo y Justo y de ninguna manera tomará por inocente al pecador. La palabra de Dios nos enseña que en su ira santa en contra del pecado y los que lo practican, llega a ser un verdadero fuego consumidor. Ver: Nahúm 1:3; Hebreos 12:25-29.
“…y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios…” vs. 2. El hecho de que estos ángeles se encuentren de pie delante de Dios, denota que se trata de ángeles de alto rango. Estos reciben cada uno una trompeta cuyo sonido ha de desatar sobre la tierra y sus moradores juicios sin precedentes. El sonido de estas trompetas manifestará de una manera dramática que nuestro Dios Soberano actuará con la fuerza de su poder a fin de instaurar su reino sobre la tierra, destruyendo la autoridad gentil representada por sus gobiernos gentiles enemigos de Dios y su Palabra.
“…y se les dieron siete trompetas…” vs. 2. A través de las Escrituras encontramos que trompetas fueron utilizadas por Dios en diferentes circunstancias y por razones diferentes.
LAS TROMPETAS EN LAS ESCRITURAS
Se utilizaron para:
• El acceso al trono de un nuevo rey. Ver: 1 Reyes 1:34 y 39.
• Llamado al pueblo de Dios, para arrepentimiento. Ver: Joel 2:1, 15.
• Convocar al pueblo de Dios, y poner en marcha los campamentos, así como para acompañar la celebración de fiestas anuales estipuladas por el Señor.
Ver: Números 10:1, 10; Levítico 23:24.
• En Apocalipsis, para anunciar los juicios divinos. Ver: Apocalipsis 8:7-13; 9:1-13.


MINISTERIO DE LOS ANGELES
A través de las Escrituras encontramos con frecuencia el servicio de ángeles que son espíritus ministradores creados por Dios, para servicio a Dios y también a su pueblo a través de las edades y los tiempos. Ver: Hebreos 1:14.
Este servicio angelical es particularmente sobresaliente en el libro de Apocalipsis.
Los ángeles muchas veces fueron y son usados por Dios, para:
• Defender al pueblo de Dios. Ver: Éxodo 33:2.
• Juzgar a los enemigos de Dios. Ver: Génesis 19:1-29; Apocalipsis 16:1-21.
• Dirigir la alabanza celestial dirigida a Dios. Ver: Apocalipsis 5:11-12.

“Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. 4Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. 5Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto” – vs. 3-5.

“…se paró ante el altar, con un incensario de oro…” vs. 3. El hecho de acercarse a ministrar frente al altar con un incensario de oro, nos hace recuerdo al Antiguo Testamento, cuando el Sumo Sacerdote antes de entrar al Lugar Santísimo, debía tomar en una mano el incensario de oro y en otra la sangre del cordero sacrificado. Ver: Éxodo 30:1-10; Hebreos 9:4.
“…y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de los santos…” vs. 3. Se nos revela la extraordinaria importancia de la oración de parte del pueblo de Dios. Las oraciones del pueblo de Dios suben continuamente cual incienso hasta la misma presencia de Dios. El salmista en el Antiguo Testamento ya lo enseña de esa manera. Ver: Salmos 141:1-2.
“…tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra…” vs. 5. A través de esta palabra podemos ver cómo las oraciones intercesoras de los cristianos verdaderos en la tierra son de vital importancia tanto para la destrucción del mal como para el establecimiento de la justicia en la tierra. Esta es la respuesta divina a las oraciones de los santos.
“6Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas. 7El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde” vs. 6-7.

Se da inicio al juicio divino de las primeras cuatro trompetas
“…y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron tocarlas…” vs. 6. Las cuatro primeras trompetas al igual que los cuatro primeros sellos, guardan una relación estrecha. Sus efectos traen juicio sobre la naturaleza. La totalidad de de los juicios está contenida en el rollo sellado con siete sellos.
“…el primer ángel tocó la trompeta…” vs. 7. Una tercera parte de la vegetación es destruida por fuego y granizo que cae simultáneamente y se contamina una tercera parte del mar y de los ríos. La severidad de los juicios divinos irá creciendo en intensidad. Cuando el Señor sacó a su pueblo de Egipto, derramó sobre esta nación diez terribles plagas. Una de ellas fue similar a lo que acontecerá en el tiempo cuando se toque la primera trompeta. Y de la manera cómo el faraón egipcio hizo caso omiso de la advertencia del Señor, así los moradores de la tierra seguirán en su rebeldía contra Dios, pese a los juicios divinos.
En Éxodo 9:23-24 dice: “Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová hizo tronar y granizar, y el fuego se descargó sobre la tierra; y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto. 24Hubo, pues, granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada”.

“El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. 9Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida” vs. 8-9.

“…el segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar…” vs. 8. Una nueva y gran aflicción sobre la tierra se desata como consecuencia del sonido de la segunda trompeta. El apóstol Juan expresa en sus palabras lo que pudo ver, es decir: “...como una gran montaña ardiendo en fuego...”. Hoy, la ciencia lo identifica como un gran meteoro, que a consecuencia de su ingreso a la tierra desde el espacio exterior se torna incandescente y al toque de las aguas provoca que estas tomen una apariencia rojiza. Este juicio provocará una fuerte contaminación en las aguas marinas. Llegará a ser de tal magnitud que provocará la muerte de la tercera parte de las criaturas marítimas y ocasionará la destrucción de muchos barcos. Así como la primera trompeta, existe un paralelo en los juicios derramados sobre Egipto, descritos en el Antiguo Testamento. El relato de lo ocurrido en Egipto viene pues a ser profético. Vemos: agua en sangre (Apocalipsis 8.8; 16.4–6); ranas (16.13); enfermedad y aflicciones (16.2); granizo y fuego (8.7); langostas (9.1ss); y tinieblas (16.10).
En Éxodo 7:20-21 dice: “20Y Moisés y Aarón hicieron como Jehová lo mandó; y alzando la vara golpeó las aguas que había en el río, en presencia de Faraón y de sus siervos; y todas las aguas que había en el río se convirtieron en sangre. 21Asimismo los peces que había en el río murieron; y el río se corrompió, tanto que los egipcios no podían beber de él. Y hubo sangre por toda la tierra de Egipto”.

“El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. 11Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas”. vs. 10-11.

“…el tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella…sobre las fuentes de las aguas…” vs. 10. La tercera trompeta trajo la tercera calamidad a la tierra. El apóstol Juan pudo ver algo que describe como “...una gran estrella ardiendo...”. De acuerdo con lo que hoy se conoce por los avances de la ciencia, especialmente en lo que se refiere al estudio del universo por la Astronomía, se podría tratar de un gigantesco meteoro gaseoso, llevando consigo una sustancia tan amarga o peor que el ajenjo, y que en contacto con las fuentes de las aguas y los ríos, los contamine de tal manera que lleguen a ser imposibles de beber por parte de los seres humanos a riesgo de perder la vida.

AJENJO
Sustancia extraordinariamente amarga que se encuentra en plantas, conocidas en el tiempo del apóstol Juan como artemisia. Por tanto, en la palabra de Dios, aparece como representación de juicio divino. El ajenjo en las Escrituras siempre representa la amargura del juicio de Dios para el desobediente y rebelde.
En un sentido espiritual la palabra de Dios lo relaciona con:
• La idolatría…
En Deuteronomio 29:18 dice: “No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo”.
• Torcer el derecho en beneficio personal…
En Amós 5:7 dice: “Los que convertís en ajenjo el juicio, y la justicia la echáis por tierra”.
• La maldad manifiesta en pensamientos y acciones del pueblo de Dios…
En Jeremías 9:15; 23:15 dice: “Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que a este pueblo yo les daré a comer ajenjo, y les daré a beber aguas de hiel… por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos contra aquellos profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré beber agua de hiel; porque de los profetas de Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra”.


“El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche. 13Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles!” vs. 12-13.

“…el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas…”. Vs. 12. Es muy importante recordar que el juicio que acompaña el toque de la cuarta trompeta fue profetizado por el Señor Jesucristo.
En Mateo 24:29 dice: “29E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas”.

En el tiempo de la gran tribulación se oscurecerán los cielos, el sol, la luna y las estrellas durante una tercera parte del día y de la noche

Nuevamente encontramos un paralelo con lo acontecido en Egipto, cuando el Señor derrama la novena plaga provocando densas tinieblas sobre todo el territorio egipcio, menos en Gosén donde se encontraba su pueblo.
En Éxodo 10:21-23 dice: “21Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe. 22Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto, por tres días. 23Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones”.
En el cumplimiento del toque de la cuarta trompeta, Dios herirá parcialmente a la lumbrera del día, el sol, de manera que no habrá luz la tercera parte del día.
“…y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay de los que moran en la tierra…” vs. 13. Hasta el momento vimos que los juicios se limitan a la tercera parte del mundo ya que su propósito es en parte advertir a las personas y llevarlas al arrepentimiento. Por ello siguen luego los tres ayes de parte del ángel en medio del cielo a gran voz, como una solemne advertencia respecto a los juicios divinos por venir manifestados en las restantes tres trompetas, y que estarán esta vez dirigidas directamente a los moradores de la tierra. A través de la palabra profética se discierne que los juicios irán siendo cada vez más severos conforme se desarrolle la Gran Tribulación sobre la tierra.

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