Guía de Apocalipsis 1.-

Revelación de Nuestro Señor Jesucristo

“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan 2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.” vs. 1-2.

Si el término “Apocalipsis” significa “revelación”, podemos considerar éste libro profético como la revelación de nuestro amado Señor Jesucristo, a su discípulo Juan, de los acontecimientos que sucederán antes y después de su Segunda Venida, es decir las cosas que sucederán pronto. El término pronto se debe entender como de rápida ejecución.
Es definitivamente importante el aclarar que la Segunda Venida del Señor Jesucristo comprende dos fases.

PRIMERA FASE: por su iglesia
Se produce cuando el Señor Jesucristo venga POR su iglesia que lo espera.
¡SOLO SU IGLESIA LO VERA!
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.
– 1 Tesalonicenses 4:16-17.
SEGUNDA FASE: con su iglesia
Se produce cuando el Señor Jesucristo venga CON su iglesia, luego de la gran tribulación o ira de Dios que vendrá sobre toda la tierra.
¡TODO OJO LO VERA!
“He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén” - Apocalipsis 1:7.

El apóstol Juan inspirado por el Espíritu Santo, fielmente presenta a nuestro Señor Jesucristo como majestuoso Señor, a quien el Padre ha entregado todos los juicios y todo el poder en los cielos y en la tierra.

En Mateo 28:18 dice: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”.

“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca” – vs. 3.

El Señor considera bienaventurados a todos aquellos que leen, oyen y guardan (obedecen), las palabras de esta profecía. En realidad en Apocalipsis por lo menos existen otros seis pasajes bíblicos que hablan al respecto.
En Apocalipsis 14:13; 16:15; 19:9; 20:6; 22:7 y 14 dice: “Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen…15He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza... 9Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios…Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años…¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro…14Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.”.

“…las cosas en ella escritas…(vs.3)”, se refiere a la Eterna Palabra de Dios y su autoridad permanente.
En 1 Pedro 1:23 dice: “23siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre”.
“…el tiempo está cerca…(vs.3)”, se refiere a que el día de venganza del Dios nuestro está cerca, para establecer luego su reino glorioso de paz y justicia.

“Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; 5y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre” vs. 4 y 5.

Juan, hermano de Jacobo e hijo de Zebedeo, y escogido como apóstol por el Señor (Ver Mateo 10:2), introduce su mensaje saludando a las siete iglesias que por entonces se encontraban esparcidas en el territorio que hoy ocupa Turquía Occidental. En ese tiempo era la provincia (región) llamada Asia.
“…gracia y paz a vosotros…(vs.4)”, era el saludo acostumbrado de los cristianos del primer siglo. Este mismo saludo utilizó Pablo en casi todas sus cartas, lo mismo que el apóstol Pedro en sus dos epístolas.
“…al que nos amó…(vs.5)”. En el texto griego dice: “…al que nos ama”. Es una realidad presente y continua.
Bajo la inspiración del E. Santo, presenta a nuestro Señor Jesucristo con los siguientes atributos divinos:

• TESTIGO FIEL
En su ministerio de salvación en la tierra, nuestro Señor Jesucristo siempre dio testimonio del Padre. Es su ministerio como el Profeta que había de venir.
Ver Juan 18:37; 1 Timoteo 6:13.
En Juan 14:24 dice: “El que no me ama no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió”.
• PRIMOGENITO DE LOS MUERTOS
Nuestro Señor Jesucristo, fue el primero que en naturaleza humana murió y resucitó para nunca más conocer muerte. La esperanza de todo cristiano nacido de nuevo es que cuando el Señor venga y nos arrebate, tendremos un cuerpo glorificado semejante al de El. Es su ministerio como Sumo Sacerdote.
Ver: Hebreos 9:11-12; Juan 6:44.
En 1 Corintios 15:51-52, dice: “5He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados”.
En 1 Juan 3:2 dice:“ Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando El se manifieste, seremos semejantes a El, porque le veremos tal como El es”.
• SOBERANO DE LOS REYES DE LA TIERRA
En su segunda venida con su amada Iglesia quitará y destruirá la autoridad de las naciones gentiles así como la cultura pagana de toda la tierra, para luego instaurar un Reino de Mil Años (Milenio), donde Nuestro Señor reinará sobre toda la tierra.
Ver: Salmos 89:27; Apocalipsis 11:15, 19:15.
En Daniel 2:44, dice: “44Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre”.
“6Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. vs. 6
En virtud a la muerte del Señor Jesús en la cruz del Calvario, ha hecho a su amada iglesia pueblo de sacerdotes y reyes. El apóstol Pedro escribió bajo la inspiración del E. Santo al respecto, añadiendo el servicio que cumpliría como pueblo suyo.
En 1 Pedro 2:9 dice: “9Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”.
“He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén”. vs. 7
Este pasaje se refiere al momento cuando el Señor viene con su Iglesia, y cuando todo ojo lo verá. La Segunda Venida de Cristo ocupa un lugar central en la revelación de las Escrituras. Este es el tema central del libro de Apocalipsis. En el Antiguo Testamento la manifestación divina generalmente iba acompañada de nubes. Ver: Éxodo 16:10; Daniel 7:13. Y también en el N. Testamento.
Ver: Mateo 17:5; Hechos 1:9.
Hoy gran parte del pueblo judío no reconoce a Jesucristo como el verdadero Mesías que ya vino por primera vez hace dos mil años. Sin embargo como consecuencia de la predicación mundial del evangelio, de los 144.000 judíos sellados antes de la Gran Tribulación, (ver Apocalipsis 7:1-8) muchos judíos vendrán al conocimiento de la verdad durante la Gran Tribulación que ha de venir sobre toda la tierra, y de donde saldrá un remanente escogido y protegido por el Señor por gracia que reconocerán al Señor, cuando este venga con su Iglesia al finalizar los juicios del Gran Tribulación. Al humillarse en su presencia lo aceptarán como el Mesías esperado y lo servirán en el tiempo que el Señor reine en el Milenio.
En Zacarías 12:10, dice: “Pero sobre la casa de David y los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de gracia y de oración. Mirarán a mí a quien traspasaron, y llorarán como se llora por el hijo unigénito... ”.
En 2 Corintios 3:14 y 16, dice: “Pero el entendimiento de ellos se embotó, porque hasta el día de hoy, cuando leen el Antiguo Pacto, les queda el mismo velo... Pero cuando se conviertan al Señor, el velo será quitado”.
En Romanos 9:27, dice: “... aunque el número de los hijos de Israel fuera como la arena del mar, tan solo el remanente será salvo”.
“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” vs. 8.
“Alfa” y “Omega”
Son la primera y última letras del alfabeto griego.
En un sentido espiritual expresan “principio y fin”. Por tanto, señala con claridad la verdad bíblica de que:
Nuestro Señor Jesucristo es el único Dios Todopoderoso y Eterno
y que conforma la divinidad junto al Padre y al Espíritu Santo
“Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo” vs. 9.
ISLA DE PATMOS
Pequeña isla (14 Km. de largo x 3.5 Km. de ancho), desértica y rocosa al sur de la costa actual de Turquía y que en el tiempo del Imperio Romano la utilizaban para enviar a los desterrados e indeseables. Esta isla se encontraba situada a 80 km. de Efeso. El apóstol Juan, recibió en la Isla de Patmos, la revelación de Nuestro Señor Jesucristo, en momentos en que se encontraba pasando una dura tribulación. Se encontraba en esta isla al haber sido enviado por el emperador romano Domiciano a causa de haber dado testimonio fiel de nuestro Señor Jesucristo. Sin embargo nuestro Señor fortalecía a su siervo por el poder del Espíritu Santo.
La Palabra de Dios enseña que la Iglesia nunca fue ni será ajena a la tribulación.
En Hechos 14:22, dice: “Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que permanecieran en la fe y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”.
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta” vs. 10.
“…en el Espíritu…(vs.10)”, denota que el apóstol Juan se encontraba en plena comunión con el Señor, a través de su Espíritu Santo.
“…en el día del Señor…(vs.10)”, revela que el apóstol Juan fue llevado en espíritu a los días en que habrían de desarrollarse los hechos conocidos en el Antiguo Testamento como día de Jehová y en el Nuevo Testamento como día del Señor.
Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento se menciona este tiempo que corresponde a la ira de Dios.
Ver: Amós 5:18; Joel 2:1-2; Isaías 2:12: Zacarías 14:1; Hechos 2:20; 1 Tesalonicenses 5:2; 2 Tesalonicenses 2:2; 1 Pedro 3:10.
“…gran voz como de trompeta…(vs.10)”, habla de gran solemnidad. El sonido de la trompeta es para convocar al apóstol a oír y ver la revelación del cumplimiento del día de la gran intervención de Dios en la historia de la humanidad: El día del Señor profetizado en Antiguo Testamento.
Años más tarde a la revelación recibida por el apóstol Juan, la iglesia del Señor llamaría el primer día de semana día del Señor, para recordar acontecimientos sucedidos como la institución del Nuevo Pacto y la resurrección del Señor.
Ver Lucas 22:20; Hechos 20:7; Lucas 24:1-3; Juan 20:19.
“…que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea” vs. 11
Como vimos el alfa y omega corresponden a la primera y última letras del alfabeto griego. El Señor manda al apóstol Juan escribir a siete iglesias locales que se encontraban situadas en la provincia de Asia (hoy Turquía Occidental).



“Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro “ vs. 12.

SIETE
Es el número que frecuentemente aparece en la Palabra de Dios expresando su perfección. Por tanto siete expresa “plenitud, completo o perfecto”.

Los candeleros son las iglesias
El mensaje a las siete iglesias constituye la expresión de todos los aspectos dignos de elogio y de reproche que se pueden encontrar en las iglesias locales de todos los tiempos, tanto para exhortación como para consolación y edificación. Si el mensaje es para las iglesias, entonces es para todos los cristianos nacidos de nuevo de todos los tiempos, ya que la Iglesia de Jesucristo es el conjunto de asambleas o iglesias locales esparcidas en todo el mundo y que aglutinan a todos los cristianos nacidos de nuevo y lavados en la preciosa sangre de Jesucristo. Ya que los candeleros son las iglesias, y la función principal de un candelero es alumbrar, entonces estas tendrán que desarrollar su misión evangelizadora de alumbrar con el evangelio a las naciones y llenas de aceite, que es tipo del Espíritu Santo, para poder alumbrar efectivamente y dar a conocer las buenas nuevas de salvación al mundo perdido por el pecado y testimonio para la gloria de Dios.
Ver: Mateo 5:14-16.
“…y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. 14Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; 15y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. 16Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza” vs. 13-16.

Realmente es una maravillosa descripción que hace el apóstol cuando ve al Señor en su manifestación gloriosa, para revelarle las cosas que eran y las que habrían de venir.
DESCRIPCION EN DETALLE DE LA MANIFESTACION DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A SU DISCIPULO JUAN EN LA ISLA DE PATMOS

• ROPA LARGA – vs. 1:13
Expresa la gloria que siempre tuvo el Señor desde siempre. Muestra a Jesucristo en sus funciones de Sumo Sacerdote y Rey. Sus vestidos hasta los pies hablan de su dignidad real y de su carácter como sacerdote y juez.
En Hebreos 4:14-15 dice: “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.”
• CEÑIDO EL PECHO – vs. 1:13
Que da testimonio de su justicia y fidelidad divinas y eternas. Su ministerio de Sacerdote y Juez.
En Isaías 11:5 dice: “Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura”.
• CABELLO BLANCO – vs. 1:14
Expresa que el Señor Jesucristo se halla en posesión de gloria y santidad divinas.
“…blanca lana…” y “…como nieve…”, expresan la deslumbrante pureza de la eterna sabiduría de nuestro amado Dios.
En Daniel 7:9 dice: “Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente”.
• OJOS COMO LLAMA DE FUEGO – vs. 1:14
El fuego es usado para probar metales tan preciosos como el oro. Teniendo los ojos como llama de fuego, delante de El, serán probadas todas las obras hechas en el Señor y la motivación de las mismas.
Ver 1 Corintios 3:12-15.
La idea de esta frase se relaciona con el carácter escudriñador y penetrante de su santidad, redarguyendo y consumiendo a sus enemigos.
Ver Apocalipsis 2:18; Salmos 11:4; Apocalipsis 19:12.
• SUS PIES COMO BRONCE BRUÑIDO – vs. 1:15
El bronce bruñido o resplandeciente expresa el bronce ardiendo como si aún estuviera en un crisol o recipiente para fundir y purificar metales a gran temperatura, por lo que denota justo juicio de Dios. La Palabra de Dios enseña que en el día del Justo Juicio de Dios, el Señor pisará a sus enemigos en el “lagar de la ira de Dios”.
En Apocalipsis 19:15 dice: De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso”.
• VOZ COMO ESTRUENDO DE MUCHAS AGUAS – vs. 1:15
Esta expresión denota gran autoridad. Habla de una majestuosidad desbordante que va más allá del control del hombre. La expresión estruendo, habla del rugiente sonido de un furioso juicio.
En Amós 1:2 dice: “2Dijo: Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y los campos de los pastores se enlutarán, y se secará la cumbre del Carmelo”.
• SIETE ESTRELLAS EN SU MANO – vs. 1:16
Las estrellas significan ángeles o mensajeros.
En Apocalipsis 1:20 dice: “0El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias”.
Todo cristiano nacido de nuevo y lavado en la preciosa sangre de Jesucristo está llamado a ser mensajero del Señor y su amada Palabra. En este llamado tienen una mayor responsabilidad los siervos levantados por el Señor como pastores o maestros. La diestra o mano derecha es el lugar de autoridad o privilegio. Sobre los mensajeros que mantiene en su mano mantiene una protección constante además sugiere las ideas de preservación, posesión y control sobre los mismos.
• ESPADA DE DOS FILOS – vs. 1:16
Queda establecido que se trata de la espada espiritual que es la poderosa y bendita Palabra de Dios, que discierne los pensamientos y quebranta el corazón endurecido por el engaño del pecado. Denota asimismo la capacidad del Señor de ejecutar a sus enemigos sencillamente con la palabra de su boca.
Ver Juan 12:48; Apocalipsis 19:15; 2 Tesalonicenses 2:8.
En Efesios 6:17 dice: “17Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”.
En Hebreos 4:12 dice: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”
En Jeremías 23:29 dice: “¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?”.
• ROSTRO COMO EL SOL RESPLANDECIENTE – vs. 16
Manifiesta su gloria divina a través del resplandor semejante al sol cuando sale en toda su fuerza. Saulo de Tarso experimentó esta tremenda presencia camino a Damasco lo que derivó en su conversión y luego ser el apóstol Pablo.
En Hechos 9:3-4 dice: “Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”.
Definitivamente existe un contraste muy destacado entre el Cristo que aparece en los evangelios y el que aparece en el libro de Apocalipsis. El Cristo de los evangelios se manifiesta en ternura y amor, el varón de dolores que es humillado y blasfemado y muere por el pecado del hombre, siendo el Mesías sufriente anunciado en el A. Testamento y manifestado hace dos mil años. En el libro de Apocalipsis se manifiesta el Cristo de la Gloria o el Mesías triunfante, Rey de reyes y Señor de señores.
“Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último” vs. 17
La presencia divina es tan maravillosa e impresionante que el apóstol Juan cae al suelo no quedando en el fuerza alguna y su vigor se tornó en desfallecimiento. Ya en el Antiguo Testamento la presencia divina ocasionaba que los siervos queden postrados temerosos ante la santidad de Dios.
En Isaías 6:5, dice: “Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos”
Ver Daniel 10:8-9.
La tremenda experiencia del apóstol Juan nos debe mover a meditar profundamente sobre la santidad de Dios y tener un temor reverente ante su magnífica presencia.
En Isaías 66:1-2, dice: “Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? 2Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra”.
18y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades” vs. 18
Nuestro amado Señor Jesucristo resucitó al tercer día de estar sepultado y de esta manera venció en la cruz del Calvario al que tenía el imperio de la muerte esto es al diablo. ¡Nuestro Señor Jesucristo estuvo muerto, pero resucitó y vive por la eternidad! De esta manera tiene en sus manos las llaves de la Muerte, que corresponde al cuerpo físico y mortal destinado al cementerio y del Hades que corresponde a las almas de los cuerpos de personas que mueren en condenación o sin Cristo).
En Hebreos 2:14 dice: “14Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo”.
“Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas” vs. 19.
El mandato del Señor a su discípulo Juan es el de escribir este precioso libro que hoy conocemos con el nombre de Apocalipsis, que como libro profético nos anuncia las cosas que sucederán dentro de poco tiempo, ya que vivimos los últimos días antes de su Segunda Venida para recoger a su amada Iglesia que lo espera en santidad.
En 2 Timoteo 4:8 dice: “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida”.
20El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias” vs. 20.
En el libro de Apocalipsis abundan las metáforas que son figuras literarias que trasladan sentidos reales o rectos de las cosas a otras figuradas. En este caso las estrellas que representan a los ángeles, los candeleros a las iglesias etc.
En Apocalipsis 22:16 dice: “16Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”.
El primer capítulo de Apocalipsis inicia la revelación divina para descubrir ante los ojos de aquel que lo escudriña, la persona gloriosa del Señor Jesucristo así como revela en todo su esplendor la Segunda Venida del Señor Jesucristo.

2 comentarios:

  1. a sido una bendición para mi estudiar este tema muchas gracias y bendiciones.

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  2. a sido una bendición para mi estudiar este tema muchas gracias y bendiciones.

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