TEMA Nº 6 El discípulo de Jesucristo y la seguridad de la salvación

TEMA Nº 6

El discípulo de Jesucristo y la seguridad de la salvación
El concepto de la elección y la predestinación
Términos bíblicos de la salvación

“13Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios”.
1 Juan 5:13

3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad… 11En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad”
Efesios 1:3-5, 11

• La seguridad de la salvación en Jesucristo el Señor

Como discípulos del Señor Jesucristo es necesario conocer firmemente lo que las Escrituras enseñan acerca de la seguridad de la salvación. Es necesaria la certidumbre de que cuando Cristo vuelva o si llega la muerte antes, estaremos con el Señor en el cielo.
Ver: Filipenses 1:21-23.
El apóstol Juan inspirado por el Espíritu Santo escribió su primera carta donde hace conocer que el propósito de la misma es que sus lectores sepan que tienen la vida eterna en ellos.
Ver: 1 Juan 5:13.
Sin embargo es muy necesario el hacer notar que el apóstol Juan en ninguna parte de su carta asegura que una experiencia de conversión realizada en un tiempo determinado, asegure por sí misma la salvación especialmente si va acompañada no de una relación viva y permanente con Jesucristo sino de una fe muerta como lo menciona el apóstol Santiago en su carta.
Ver: Santiago 2:14, 17, 21-22.

• Cómo el discípulo de Jesucristo podrá saber que tiene una relación salvadora con Jesucristo

De la primera carta del apóstol Juan encontramos la enseñanza que el discípulo del Señor Jesucristo sabrá que tiene una relación salvadora con Jesucristo, si:

.- Se cree en el Señor Jesucristo como el Hijo de Dios. Se acepta su divinidad y de corazón se cree que fue enviado para salvación por el Padre como Señor y Salvador.
Únicamente podrá existir una relación viva y salvadora con Jesucristo si se lo acepta como Emmanuel o Dios con nosotros, que vino a salvar lo que se había perdido.
Ver: 1 Juan 5:13 y confrontar con 1 Juan 4:15 y 5:1, 5.

.- Si se honra a Cristo como Señor y Salvador. Esto se logra cuando se trata sinceramente de obedecer sus mandamientos.
La sinceridad de corazón manifestará una vida íntegra en el discípulo del Señor, siendo consecuente con lo cree, en relación con todos los actos en su vida diaria.
Ver: 1 Juan 2:3-5; 3:24; 5:2; Juan 15:9-10.


.- Si se ama al Padre y al Hijo y no al mundo impío y pecaminoso. Esto se logra venciendo su influencia pecaminosa.
Ver: 1 Juan 2:15-16 confrontar con 4:4-6; 5:4-5.

.- Si habitualmente se practica la justicia de Dios y no el pecado. Las Escrituras enfatizan que el que practica el pecado es del diablo.
Ver: 1 Juan 2:29; 3:7-10.

.- Si se ama a los hermanos como el Señor los ama. Este mandamiento del Señor se registra en el evangelio del apóstol Juan llamado el “discípulo amado”.
Ver: 1 Juan 3:14, 19 confrontar con 2:9-11; 3:23; 4:8, 11-12, 16, 20; 5:1; Juan 13:34-35;
21:15-17.

.- Si se tiene conciencia de que el Espíritu Santo vive y actúa. En todo el que verdaderamente cree en el Señor Jesús el E. Santo lo guía y enseña.
Ver: 1 Juan 3:24; 4:13.

.- Si se hace el esfuerzo de vivir como el Señor vivió. Para el verdadero discípulo el Señor es el ejemplo perfecto para su vida en todas las áreas en las que se mueve cotidianamente.
Ver: 1 Juan 2:6 confrontar con Juan 8:12; 13:15.

.- Si se cree con sinceridad en el “Verbo de vida”. Es decir el Cristo vivo, se le acepta, se permanece en El al igual que en su mensaje original y en el de sus apóstoles. No se le aumenta, ni quita, ni modifica el mensaje original registrado en las Escrituras.
Ver: 1 Juan 1:1; 2:24 confrontar con 1:1-5; 4:6.

.- Si existe el anhelo ferviente y la esperanza inconmovible de la venida de Cristo para llevarse a su iglesia. En el verdadero discípulo esta bienaventurada esperanza tiene que estar permanente.
Ver: 1 Juan 3:2-3 confrontar con Juan 14:1-3.

• Concepto bíblico de la elección

La elección de Dios de los que creen en Cristo es una doctrina fundamental de las Escrituras.
El apóstol Pablo lo menciona en varias de sus cartas apostólicas.
Ver: Romanos 8:29-33; 9:6-26; 11:5, 7, 28; Colosenses 3:12; 1 Tesalonicenses 1:4;
2 Tesalonicenses 2:13; Tito 1:1.
El término “elección” deriva del griego “eklego”, que se refiere a la elección de Dios en Cristo de un pueblo para que sea santo y sin mancha a sus ojos.
Ver: 2 Tesalonicenses 2:13.
El apóstol Pablo ve esta elección como una expresión de amor de Dios para todos los que reciben a Jesucristo como Señor.
Ver: Juan 1:12.

La doctrina bíblica de la elección abarca los siguientes aspectos fundamentales:

.- Es cristo-céntrica. Ocurre sólo en unión con Cristo. El Señor es el fundamento de la elección. Por tanto solo en unión con Cristo, los creyentes se cuentan entre los escogidos.
Ver: Efesios 1:4, 6-7, 9-10, 12-13

.-Es en virtud de su muerte expiatoria en la cruz. Las Escrituras mencionan que es en su sangre que tenemos salvación de nuestros pecados. Esto fue determinado por decisión divina desde antes de la fundación del mundo. Por ello la elección necesariamente se basa sobre ese hecho trascendental realizado en la cruz del calvario.
Ver: Efesios 1:4-5, 7, 9; 4:12; Mateo 16:18; 1 Pedro 2:9; Apocalipsis 19:7; Efesios 1:22-23.

.- Es primordialmente colectiva. Se trata de a elección de un pueblo a los que las Escrituras llama “cuerpo de Cristo”, “mi iglesia”, “pueblo adquirido por Dios” y la “esposa de Cristo”.
Comprende a las personas sólo en la medida que se identifican y se asocian con el Cuerpo de Cristo o la verdadera iglesia.
Ver: Efesios 1:4-5, 7, 9; 4:12; Mateo 16:18; 1 Pedro 2:9; Apocalipsis 19:7; Efesios 1:22-23.

.- La elección para salvación y santidad del cuerpo de Cristo en general, siempre es segura. Pero la certidumbre de la elección de las personas sigue condicionada a la fe viva y personal con Jesucristo y a la perseverancia en unión con El. El apóstol Pablo enseña esta verdad en sus cartas pastorales.
- El eterno propósito de Dios es que los verdaderos discípulos del Señor sean “santos y sin mancha delante de El”. Se refiere al perdón de pecados y a la santificación de la iglesia. El E. Santo conduce al pueblo de Dios a esta santificación.
Ver: Efesios 1:4; Romanos 8:14; Gálatas 5:16-25; Efesios 2:10, 3:14-19; 4:1-3, 13-24; 5:1-18.

- El cumplimiento del este Plan Divino es seguro para la iglesia colectiva, ya que el Señor desea presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa.
Ver: Efesios 5:27

- En cambio el cumplimiento de este Plan Divino para los creyentes es condicional. Cristo los presentará santos y sin mancha sólo si continúan en la fe y sin moverse de la esperanza del evangelio.
Ver: Colosenses 1:22-23.

- La elección para salvación en Cristo se ofrece para todos, pero llega a ser una realidad para las personas en particular según su arrepentimiento y fe cuando aceptan el donde la salvación en Cristo Jesús. Por la fe el E. Santo incorpora al creyente al Cuerpo de Cristo elegido (la iglesia), con lo cual llega a ser uno de los elegidos. Así tanto Dios y los seres humanos toman una decisión en la elección.
Ver: Juan 3:16-17; 1 Timoteo 2:4-6; Tito 2:11; Hebreos 2:9; Efesios 2:8; 3:17 confrontar con Hechos 20:21; Romanos 1:16; 4:16; 1 Corintios 12:13; Romanos 8:29; 2 Pedro 1:1-11.

• Concepto bíblico de la predestinación

La predestinación deriva del griego “proorizo”, que significa “decidir de antemano”, y se aplica a los planes de Dios incluidos en la elección.
Mediante la elección Dios escoge “en Cristo”, a un pueblo “la verdadera iglesia” para sí.
La predestinación comprende lo que le sucederá al pueblo de Dios, todos los genuinos creyentes en Cristo.

Dios predestina a sus elegidos para que sean:
- llamados – Romanos 8:30
- justificados – Romanos 3:24
- glorificados – Romanos 8:30
- conformes a la imagen de su Hijo – Romanos 8:29
- santos y sin mancha – Efesios 1:4
- adoptados como hijos suyos – Efesios 1:5
- redimidos – Efesios 1:7
- destinatarios de una herencia – Efesios 1:14
- para alabanza de su gloria – Efesios 1:12; 1 Pedro 2:9
- destinatarios del E. Santo – Efesios 1:13; Gálatas 3:14
- creados para hacer buenas obras – Efesios 2:10.

La predestinación como la elección se refiere al cuerpo colectivo de Cristo o la verdadera iglesia del Señor, e incluye a las personas en particular únicamente en asociación con ese cuerpo a través de una fe viva en Jesucristo el Señor.
Ver: Efesios 1:5, 7, 13 confrontar con Hechos 2:38-41; 16:31.

• Términos bíblicos de la salvación

Como buenos discípulos del Señor y ser obreros aprobados delante de El, utilizando bien la palabra de verdad es necesario conocer adecuadamente los términos bíblicos y básicos de la salvación.
Dios ofrece gratis la vida eterna en Jesucristo. Por ello las Escrituras presentan aspectos relacionados a la misma.

.- La salvación
Salvación deriva del griego “soteria”, que significa liberación, pasar con seguridad, protección de daño.
La salvación se define en las Escrituras como “el camino”, que conduce por la vida hasta la eterna comunión con Dios en el cielo.
Dos aspectos fundamentales son mencionados en las Escrituras respecto de la salvación.

- El único camino de salvación es Cristo.
Ver: Juan 14:6; Hechos 4:12; Romanos 3:24-25.

- La salvación se recibe por gracia mediante la fe en Cristo. Es decir se produce como resultado de la gracia de Dios y la respuesta humana de la fe.
Ver: Romanos 3:22, 24-25, 28; Hechos 16:31; Romanos 1:17; Efesios 1:15.
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.- La redención
El sentido original de redención deriva del griego “apolutrosis” que significa el rescate mediante el pago de cierto precio. La expresión denota los medios por los que se procura la salvación, es decir por el pago de un rescate.
El propósito de la redención de parte de Dios se expresa por los siguientes aspectos mencionados en las Escrituras.

- El estado de pecado en el que se encuentra el hombre esclavizado a pasiones y deseos y por tanto alejado de Dios.
Ver: Romanos 3:10-18; Hechos 10:38; 26:18.

- El precio pagado por Cristo en la cruz del Calvario por la liberación de esa esclavitud.
Ver: Mateo 20:28; 1 Corintios 6:20; Hebreos 9:12.

- El resultado de la redención es que los nuevos creyentes son hechos libres del dominio de Satanás, de la culpa y del poder del pecado.
Ver: Romanos 6:18, 22; 1 Corintios 7:22-23.
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.- La justificación
La palabra “justificar” deriva del griego “dikaioo” que significa ser justos ante Dios o ser constituidos justos – sin culpa ante Dios. Se expresa como estar en una relación correcta con Dios.
Las Escrituras enseñan aspectos relacionados con la doctrina de la justificación.

- Es un don de Dios. Nadie puede justificarse delante de Dios por las buenas obras que se hayan realizado o se estén realizando.
Ver: Romanos 3:23-24; Efesios 2:8; Romanos 4:2-6.

- Solo se recibe la justificación de parte de Dios a través de Jesucristo. Nadie puede ser justificado por Dios sino a través del nuevo nacimiento.
Ver: Romanos 3:24.

- Viene únicamente por la gracia de Dios y se obtiene por medio de la fe en Jesucristo.
Ver: Romanos 3:22-24 confrontar con 4:3-5.

- Está relacionada con el perdón de los pecados. Se declara culpables a los pecadores pero se los perdona (justifica), por la muerte expiatoria y la resurrección de Cristo.
Ver: Romanos 3:9-18, 23-25; 4:7; 5:6-9.

- Únicamente se obtiene por medio de la fe en Cristo. Mediante la experiencia del nuevo nacimiento los nuevos creyentes llegan a ser justos delante de Dios y comienzan a vivir para Dios. Es muy importante discernir que empieza una obra transformadora de Cristo en el creyente por el E. Santo.
Ver: Gálatas 2:16-21; 2 Tesalonicenses 2:13; 1 Pedro 1:2.

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