TEMA Nº 3 IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA

TEMA Nº 3

IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA

• Breves referencias históricas
Guillermo Willam Miller fue un pastor laico perteneciente a una denominación bautista que a principios del s. XIX se interesó por la palabra profética especialmente la referida a la Segunda Venida del Señor Jesucristo.
Producto de sus estudios llegó a la conclusión de que Daniel 8:14, se refería a la Segunda Venida de Cristo para “purificar el santuario”. Calculando que cada uno de los 2300 días representaban un año (cada día), tomó como punto de partida la fecha de regreso del cautiverio de Esdras y sus compatriotas a Jerusalén que fue históricamente el año 457 AC, por lo que llegó a la conclusión de que el año de la Segunda Venida sería el 1843.
Esta falsa profecía la publicó el año 1818.
Por un espacio de 25 años, Guillermo Milller proclamó el mensaje profético falso, en clases dadas especialmente para cristianos de diferentes iglesias lo mismo que a través de múltiples publicaciones escritas. Conforme se fue acercando la fecha (1843), profetizada el número de seguidores se fue incrementando hasta llegar a cerca de cien mil personas que se preparaban para el fin del mundo que seguiría a la Segunda Venida de Jesucristo. Muchos regalaron sus propiedades, abandonaron sus sembrados y se prepararon para recibir al Señor el 21 de marzo de 1843. Pero ese día llego y pasó sin que ocurriera nada. Miller entonces revisó sus escritos y encontró un error de un año fijando una nueva fecha el 21 de marzo de 1844. Pero al llegar esta fecha nuevamente sus seguidores quedaron desilusionados. Por último fijó una tercera fecha para el 22 de octubre de 1844, fallando también esta última.
De todo esto Guillermo Miller reconoció con sinceridad que se había equivocado en su sistema de interpretación bíblica.
Sin embargo y tristemente sus falsas profecías inspiraron con los años siguientes la creación de dos sectas de error: los Testigos de Jehová y la iglesia Adventista del Séptimo Día.
El día que Guillermo Miller confesó su error se conoció como el “día de la gran desilusión”.
Al día siguiente uno de sus discípulos, Hiram Edson, anunció que había recibido una nueva revelación. En esta “revelación” hacía conocer que Miller no se equivocó en cuanto a la fecha, sino en cuanto al lugar y su forma. Es decir anunció como producto de su “revelación”, que Cristo en realidad entró en el santuario celestial y no el terrenal por eso no se lo pudo ver.
Otros dos grupos se unieron con Edson en la aceptación de esta nueva “revelación” o falsa profecía. Uno de estos grupos liderizado por Joseph Bates, enseñaba con mucho énfasis la suprema importancia de guardar el sábado y no el domingo como día de reunión semanal. Se apoyaba en Apocalipsis 14:12, estimando que era esencial cumplir con el cuarto mandamiento.
Otro grupo formado luego fue aquel que ponía énfasis en el Espíritu Santo y sus dones. Como fundadora y cabeza visible aparece Elena Harmon White. La misma la reconocen como portadora del “espíritu de la profecía”.
Estos tres grupos originaron la secta que se conoce como Iglesia Adventista del Séptimo Día. Cada uno de ello aportó un aspecto a la naciente secta: lo referente a la Segunda Venida al santuario celestial lo dio Hiram Edson; lo referente al legalismo en la rigurosa observancia del sábado lo dio Joseph Bates; y por último un sinnúmero de falsas profecías nacidas de la imaginación del corazón fueron dadas por espacio de medio siglo por la falsa profetiza Ellen White, ejerciendo una perversa influencia en todos sus seguidores hasta hoy. Las “revelaciones” de Elena White tuvieron mucho que ver en la formación de las doctrinas de la Iglesia Adventista. Sus falsas profecías aparecen en múltiples escritos y que aparecen en libros como: El Conflicto de los Siglos, Profetas y Reyes, El Deseo de las Edades, Principios Fundamentales.
Ellen White murió el 16 de julio de 1915, no sin antes atrapar a cientos de miles de vidas cándidas y convencidas en sus falsas profecías y doctrinas que por cierto alejadas de las Escrituras contradicen abiertamente.


ASPECTOS DOCTRINALES
DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA

• La Iglesia Adventista y su enseñanza sobre DIOS y JESUCRISTO.-


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.-Enseñanza de la Iglesia Adventista del Séptimo Día:
El adventismo enseña que nuestro Señor Jesucristo en su primera venida participó no solo de nuestra semejanza humana sino también participó de nuestra naturaleza caída y pecadora ya que sino no hubiese podido ser hecho semejante a nosotros.

.-Las Escrituras en la Biblia como palabra de Dios nos enseñan:
Nuestro amado Señor Jesucristo vino al mundo en semejanza de hombre pero sin pecado. Soportó las tentaciones propias de todo ser humano pero jamás cayó en pecado de desobediencia a los mandamientos de Dios.
El adventismo al afirmar que nuestro Señor tenía naturaleza pecadora niegan la maravillosa promesa que se registra en las Escrituras en la carta escrita por el apóstol Pablo a los romanos.
En realidad las Escrituras enseñan que en la cruz del Calvario, nuestro Dios lo hizo pecado para justicia de Dios en El.
Ver: Lucas 1:35; Juan 4:42; Filipenses 2:6-11; Hebreos 2:18; 4:15; 1 Pedro 2:21-22; Juan 1:14; Romanos 5:18-19; 2 Corintios 5:21.

• La iglesia Adventista y su enseñanza sobre la Biblia o las Santas Escrituras.-

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.-Enseñanza de la Iglesia Adventista del Séptimo Día:
Los adventistas enseñan que Jesús entró en el santuario espiritual el año 1844 y en el momento actual se encuentra cumpliendo su obra de expiación.
La tarea del juicio de investigación y perdón de pecados ha de terminar antes de la Segunda Venida de Jesucristo. Este juicio empezó el año 1844. Los adventistas enseñan que el macho cabrío para Azazel que se registra en Levítico 16:22-26 representa en realidad a Satanás. Es una figura profética de que todos los pecados serán cargados sobre Satanás y éste vivirá confinado a la tierra desolada y vacía durante el Milenio. Enseñan que aquellos justos que han muerto en realidad “duermen” hasta la resurrección y el juicio final en un estado de silencio, inactividad y entera inconsciencia. A esta doctrina se la conoce como el “sueño del alma”.

.-Las Escrituras en la Biblia como palabra de Dios nos enseñan:
La doctrina de la expiación incompleta y continua es una terrible tergiversación de las Escrituras en un esfuerzo de justificar las falsas profecías de Guillermo Miller. La Palabra de Dios nos enseña que nuestro Señor Jesucristo penetró en el santuario celestial al ascender al cielo cuarenta días después de su resurrección y no recién el año 1844. Claramente las Escrituras enseñan que la expiación se hizo una sola vez y para siempre y no es continua. Luego, desde el mismo momento del sacrificio de nuestro Señor Jesucristo en el Calvario, han sido perdonados y borrados por completo los pecados de todo aquel que ha puesto su confianza de todo corazón en esta obra salvadora realizada por el Señor en la cruz. Entonces los pecados han sido cargados en Cristo, identificado por el profeta Juan el Bautista en el Jordán, como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. No hay necesidad de que otro ser complete la obra y menos el adversario, enemigo mortal de las almas, Satanás. La enseñanza adventista de que Satanás cargará con los pecados del mundo es un terrible ofensa a la obra perfecta de redención de nuestro Señor y mostraría al diablo como co-redentor en la obra de salvación lo que constituye una verdadera blasfemia. Todo “consumado es” en la cruz del Calvario.
Asimismo la doctrina del “sueño del alma” es totalmente anti-escritural y contrario a las enseñanzas dejadas por el Señor y luego reveladas al apóstol Pablo acerca de la vida después de la muerte.
Ver: Hebreos 6:19-20; 8:1-2; 9:23-26; 10:10-14; Colosenses 2:13; Hebreos 10:18-22; Juan 3:36; 1 Juan 1:7; Romanos 8:1; 1 Juan 5:10-13; Juan 1:29; Filipenses 1:23-24; 2 Corintios 5:1-8; Mateo 17:1-6; Apocalipsis 6:9-11.
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.-Enseñanza de la Iglesia Adventista del Séptimo Día:
El adventismo enseña la rigurosa observancia del día sábado como día de reposo y no el domingo que lo consideran una costumbre pagana adquirida. Consideran que los que guarda el domingo servirán a la bestia o anti-cristo y por tanto aceptarán su marca en el cumplimiento de la gran tribulación sobre la tierra. La observancia de guardar el sábado es un sello de Dios sobre su pueblo y por tanto observar el domingo es lo opuesto.

.-Las Escrituras en la Biblia como Palabra de Dios nos enseñan:
La Iglesia Adventista del Séptimo Día, lleva precisamente su nombre por guardar celosamente el sábado en todas sus actividades.
Las Escrituras nos enseñan que Dios le dio la ley a Moisés, a fin de guardar el día sábado o día de reposo única y exclusivamente para el pueblo de Israel, y para los extranjeros que estuvieran “dentro de sus puertas”. Fue una señal entre Dios y su pueblo Israel, así como lo fue en su momento la circuncisión como señal de pertenencia al pueblo escogido por Dios. Esto permitió el Señor hasta el cumplimiento de los tiempos cuando habría de venir nuestro amado Señor Jesucristo. Por ello la Biblia dice: “…el fin de la ley es Cristo”.
Las Escrituras nos enseñan que un primer día de semana se produjo la resurrección del Señor.
Si bien la creación material se consumó en el sexto día y Dios reposó de sus obras (dejó de crear) en el séptimo día, nuestro amado Señor Jesucristo consumó la obra de la nueva creación en la cruz del Calvario y al resucitar un primer día de semana manifestó la nueva creación para aquellos que lo reciban como Señor y Salvador y para ofrecerles el nuevo reposo espiritual que significa la vida junto al Señor Jesús. Una prueba de que no está en vigor la obligación de guardar el sábado hoy, es que el resto de los mandamientos del Decálogo o Diez Mandamientos dados por Dios a Moisés se repiten de una forma u otra en el Nuevo Testamento menos el cuarto que menciona el día de reposo. Los nueve mandamientos restantes aparecen como mandamientos a ser cumplidos dados a las iglesias en el Nuevo Testamento. Siendo que la resurrección de nuestro amado Señor Jesucristo fue un primer día de semana la iglesia primitiva tenía la costumbre de reunirse los primeros días de semana precisamente recordando el sello de Dios sobre el Ministerio de Cristo es decir su resurrección.
La Biblia es demasiada clara cuando exhorta a no juzgar a nadie por comida, bebida o día de reposo. En resumidas cuentas, todos los días del año deberían ser para honrar, servir y permanecer en comunión con nuestro amado Señor.
Ver: Éxodo 20:8-11; Ezequiel 20:10-13; Hebreos 4:3-11; Gálatas 3:24-25; Colosenses 2:13-16; Romanos 14:4-6; Juan 20:1, 19; Romanos 14:5-8.

La Biblia revela ampliamente eventos ocurridos el primer día de semana.
La verdadera iglesia del Señor Jesucristo nació en el poder del E. Santo hace dos mil años un día cuando se celebraba la fiesta judía de Pentecostés precisamente un primer día de semana
Nuestro Señor resucitado y luego de su ascensión a la diestra del Padre, se manifestó a su discípulo Juan en la isla de Patmos, el año 95 DC, un primer día de semana. La iglesia primitiva llamaba ese día el “día del Señor”.
Ver: Levítico 23:16; Hechos 2:1-4; Apocalipsis 1:10; 1 Corintios 16:1-2; Hechos 20:7.
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.-Enseñanza de la Iglesia Adventista del Séptimo Día:
El adventismo hace un énfasis muy fuerte en guardar el día sábado, tanto que se lo relaciona con la misma salvación. Asimismo prohíben a sus seguidores el comer ciertos alimentos que consideran inmundos, como es el caso de la carne de cerdo y otros.


.-Las Escrituras en la Biblia como Palabra de Dios nos enseñan:
El énfasis en guardar ciertos mandamientos como el día de reposo muchas veces nos hace recuerdo a los judaizantes del tiempo del apóstol Pablo que se oponían al evangelio de la gracia. Las Escrituras enseñan que somos salvos por gracia y no por obras para que nadie se gloríe.
La Biblia registra un pasaje bíblico cuando el Señor mostró al apóstol Pedro una visión donde le enseñaba que en actual dispensación de la gracia ningún animal es considerado inmundo en sí mismo, luego que el Señor lo haya santificado o limpiado a través de la oración de acción de gracias.
El peligro inminente de aquellos que se justifican por obras de la ley es que lleguen a caer de la gracia, como exhorta el apóstol Pablo a los gálatas insensatos que se estaban volviendo a las obras de la ley precisamente por la mala influencia de los judaizantes.
Ver: Efesios 2:8-9; Hechos 10:10-16; 1 Timoteo 4:4-5; Gálatas 5:4.

• La Iglesia Adventista y su enseñanza sobre la SALVACION.-

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.-Enseñanza de la Iglesia Adventista del Séptimo Día:
El adventismo enseña que Satanás y sus demonios serán totalmente aniquilados, juntamente con todos los muy malos y serán totalmente destruidos.

.-Las Escrituras en la Biblia como Palabra de Dios nos enseñan:
Las Escrituras nos enseñan la existencia de un infierno. Por tanto el adventismo al enseñar la total destrucción de Satanás, los demonios y los muy malos niegan la existencia de un infierno que es una doctrina bíblica fundamental. Nuestro Señor utilizó la misma palabra “eterno” al referirse a la salvación de los justos como al castigo de los malos. En Apocalipsis 14:10-11 las Escrituras enseñan que los adoradores de la bestia o anticristo en el cumplimiento de la gran tribulación sobre la tierra una vez muertos serán atormentados por siempre. Lo mismo acontecerá con Satanás, la bestia o anticristo y el falso profeta al final de los tiempos.
Ver. Mateo 25:46; Marcos 9:43-44; Apocalipsis 19:20; 20:10.

En definitiva se puede decir que la Iglesia Adventista del Séptimo Día, no puede de ninguna manera se considerada cristiana evangélica ya que contradice aspectos fundamentales de las Escrituras aún cuando utiliza la misma versión Reina Valera—60.
Claramente se trata de una secta de error y que lamentablemente engaña a muchas vidas adentrándolas en doctrinas alejadas de la sana doctrina enseñada por la Biblia.
A fin de hacer frente a esta y otras doctrinas de error recordemos siempre la advertencia del apóstol Juan en su primera carta.
Ver: 1 Juan 4:1.