TEMA Nº 4

El Espíritu Santo en el ministerio de un discípulo de Jesucristo


16No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Juan 15:16

El discípulo de Jesucristo debe considerar en su ministerio al Espíritu Santo
Todo aquel que ha decidido en su corazón ser un verdadero discípulo del Señor Jesucristo deberá tomar seriamente en cuenta al Espíritu Santo en su servicio efectivo al Señor para llevar fruto abundante para su gloria y honra.

Para ello fundamentalmente debe conocer lo que las Escrituras enseñan acerca del Espíritu Santo.

• El Espíritu Santo es revelado en las Escrituras desde el principio.
El Espíritu es mencionado en la Palabra de Dios desde el primer libro de la Biblia.
Ver: Génesis 1:2.
Su influencia se encuentra en todo el A. Testamento y encuentra su plena expresión en el ministerio de salvación de nuestro amado Señor Jesucristo.
En el evangelio de Juan, se registra que nuestro Señor anunció a sus discípulos que luego de su resurrección iría a la diestra del Padre y pediría que sea enviado el Espíritu Santo como cumplimiento de la profecía que fue dada por el profeta Joel siglos antes.
Ver: Juan 14:15-19; Joel 2:28.
Es necesario recordar que en el A. Testamento el Espíritu Santo no se derramaba sobre toda carne sino únicamente sobre reyes, profetas y sacerdotes levitas. Es decir esto se daba para determinados fines o ministerios como fue el caso de los jueces en el A. Testamento.
Luego de la ascensión de nuestro Señor, cuando se celebraba en Jerusalén la fiesta judía de Pentecostés se derramó por primera vez sobre 120 judíos que se encontraban en el aposento alto.
Se producía por primera vez el llamado “bautismo en el Espíritu Santo” y fueron todos revestidos de poder y pudieron así llevar fruto abundante. El apóstol Pedro que había negado a su Señor por temor a ser arrestado luego de ser bautizado en el E. Santo lanzó la primera predicación de la historia de la iglesia y producto de ello 3.000 vidas fueron agregadas a al iglesia naciente.
A partir de este maravilloso momento todo aquel que recibe en su corazón a Jesucristo nace de nuevo y puede luego acceder al bautizo en el E. Santo que viene a ser una experiencia posterior.
Si bien al nacer de nuevo recibimos el E. Santo en nuestros corazones en el bautismo en el E. Santo somos revestidos de poder.
Ver: Hechos 1:4-5, 13-14; 2:1-41.
Por ello todo verdadero discípulo del Señor deberá buscar siempre ser lleno del E. Santo y de esta forma llevar fruto abundante para la gloria de Dios. Es muy importante si consideramos que es a través del E. Santo que recordamos y somos enseñados.
Ver: Efesios 5:18; Juan 14:26.

• El Espíritu Santo fue anunciado por el Señor que lo enviaría como el “Consolador”
Nuestro Señor anunció que luego de su ascensión enviaría el Consolador, refiriéndose al E. Santo.
“Consolador” deriva del original griego que es “parakletos” y significa “el que da poder”, “el que capacita”. Es por ello que en el libro de Hechos se registra la promesa del Señor de que todos aquellos que recibirían el bautismo en el E. Santo recibirían poder para ejercer sus ministerios. Poder para vivir una vida llena del E. Santo y llevar fruto abundante para gloria del Dios Todopoderoso.
En su ministerio de salvación el Señor estuvo con sus discípulos alentándolos y capacitándolos permanentemente. Antes de ir a la cruz del Calvario les hizo un anuncio excepcional. Él enviaría otro consolador para que pueda estar con ellos siempre.
Ver: Juan 14:16.
Ese otro Consolador, es el E. Santo que sería enviado para todos aquellos que anhelen ser bautizados en El. De esta manera el discípulo de Jesucristo tiene quien lo guíe, consuele, ayude, fortalezca, enseñe, así como lo hizo nuestro Señor con sus discípulos. Por ello la importancia de tener conciencia de su Presencia permanente con todos aquellos que desean ser utilizados por el Señor efectivamente. El E. Santo lo puede hacer ya que es Dios mismo, morando en todos los que amamos, tememos y servimos al Señor. El conoce lo profundo de cada uno ya que aún conoce lo profundo de Dios y nos hace conocer.
Ver: 1 Corintios 2:10-12; Jeremías 33:3.

• El Espíritu Santo es considerado “como” una persona y no simplemente como una influencia o energía impersonal.
Las Escrituras revelan que a la Divinidad le ha placido manifestarse en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada una de ellos y en conjunto conforman el Dios único y verdadero. Esto tomando muy en cuenta que nuestro Dios uno es.
Ver: Deuteronomio 6:4.
El apóstol Pablo hace una oración final en su segunda carta a los corintios mencionando aspectos que caracterizan a la Divinidad, en su manifestación como Padre, Hijo y E. Santo.
Ver: 2 Corintios 13:14.
En su manifestación en las Escrituras los encontramos con distintas funciones. El Padre como el Creador, el Hijo como el Verbo (la Palabra en acción) de vida a través de quién todo fue hecho y el Espíritu Santo que manifiesta el poder divino en acción.
El Espíritu Santo entonces no es simplemente una influencia o energía impersonal. Las Escrituras lo muestran como una persona a quien se le puede rechazar, entristecer, aceptar, etc.
Siendo parte indivisible de la Divinidad, no se puede aceptar al Padre negando al E. Santo. No se puede aceptar al Hijo negando al E. Santo. El que rechaza al Hijo rechaza automáticamente al Padre y al E. Santo que fue enviado por El. Tampoco entonces se podrá aceptar al Padre y al Hijo si se rechaza al Espíritu Santo o se lo considera simplemente como una energía impersonal.
Las Escrituras enseñan características particulares del Espíritu Santo de Dios.

.- Intelecto (inteligencia divina) – 1 Corintios 2:11
.- Voluntad propia – 1 Corintios 12:11
.- Emociones propias – Romanos 15:30
.- Habla – Hechos 13:2
.- Enseña – Juan 14:26
.- Da testimonio – Juan 15:26
.- Guía – Romanos 8:14

• El Espíritu Santo es Dios mismo
A través de las Escrituras entendemos que el E. Santo es Dos mismo.
Por tanto tiene los atributos divinos correspondientes
.- Eterno – Hebreos 9:14
.- Omnipresente – Salmos 139:7-8
.- Omnipotente – Lucas 1:35
.- Omnisciente – 1 Corintios 2:10

• El Espíritu Santo inspiró la elaboración de las Santas Escrituras, la Biblia.
El Espíritu Santo inspiró a los siervos del Señor que escribieron las Santas Escrituras.
Por ello el apóstol Pedro asegura que santos hombres de Dios fueron guiados para la elaboración de las Santas Escrituras.
Ver: 2 Pedro 1:21.
• Otras características del Espíritu Santo
Entre otras características del Espíritu Santo que nos enseña la Biblia tenemos.
.- Convence al mundo de pecado – Juan 16:7-8
.- Intercede por los hijos de Dios – Romanos 8:26
.- Santifica a los hijos de Dios – 2 Tesalonicenses 2:13
.- Produce frutos espirituales que le permiten al discípulo del Señor vivir una vida cristiana llevando dando fruto abundante – Gálatas 5:22-23
.- Ordena al discípulo para determinadas misiones – Hechos 8:29
.- Ayuda al discípulo en su debilidad – Romanos 8:26
.- Se le puede mentir – Hechos 5:3
.- Se le puede entristecer – Efesios 4:30
.- Se le puede resistir – Hechos 7:51
.- Se le puede apagar – 1 Tesalonicenses 5:19
.- Se le puede afrentar, pecando deliberadamente – Hebreos 10:29
.- Se puede blasfemar de El, ya que es Dios mismo – Mateo 12:31

• Operaciones realizadas por el Espíritu Santo en el discípulo del Señor Jesucristo
Aquel que ha decidido en su corazón ser un discípulo del Señor Jesucristo deberá conocer y recordar siempre lo que las Escrituras enseñan acerca de las operaciones que el Espíritu Santo realiza en su interior, una vez que ha nacido de nuevo,

.- Regenera – Tito 3:5
.- Habita – 1 Corintios 3:16
.- Sella – Efesios 1:13
.- Bautiza – 1 Corintios 12:13
.- Llena – Efesios 5:18.

• El discípulo del Señor Jesucristo consagrado en todo su ser
Con frecuencia hemos oído la expresión “ser viviente”.
Las Escrituras nos enseñan que cada ser humano es un ser viviente. Está compuesto de espíritu, alma y cuerpo. Nuestro Dios desde el momento que creó al primer hombre puso en él, estos tres elementos que conforman todo el ser viviente.
Ver: Génesis 2:7; 1 Tesalonicenses 5:23.

.- Espíritu humano. – Lo más íntimo del hombre.
Todo ser humano tiene un espíritu dentro de sí. Esto lo hizo el Señor para que pueda comunicarse con Él, ya que Dios es Espíritu. El pecado rompió esta relación del hombre con Dios y al morir espiritualmente hubo una separación de su comunión. El Espíritu Santo al venir a la persona le da vida restaurando al nuevo convertido a la comunión con Dios.
Ver: Juan 4:23-24.

.-Alma – lo que nos relaciona con los demás. Es inmortal e invisible a los sentidos naturales.
El alma es lo que la Biblia llama el hombre interior. Todo ser humano tiene un alma y esta es inmortal. Producto del pecado se encuentra muerta espiritualmente. El Espíritu Santo al venir a la persona en el nuevo nacimiento, la regenera, renueva y vivifica.
Ver: 2 Corintios 4:16.

.-Cuerpo – lo que se puede ver con los sentidos naturales.
El cuerpo es lo que las Escrituras llaman el hombre exterior que se va desgastando.
Permite que el ser humano se relacione con los demás a través de la percepción de los sentidos. Por el pecado el primer ser humano, Adán conoció primero la muerte espiritual y luego la corporal. Todos heredamos esta naturaleza caída y mortal. El Espíritu Santo transformará el cuerpo mortal en cuerpo glorificado cuando se produzca el arrebatamiento de la iglesia del Señor.
Ver: 1 Corintios 15:21-22; 2 Corintios 4:16.

• Cada parte del ser viviente tiene funciones distintas
Tanto el espíritu, como el alma y el cuerpo tienen funciones en cada ser viviente.

Espíritu Alma Cuerpo

• Intuición
• Comunión
• Conciencia • Mente
• Voluntad
• Emociones • Cerebro
• Resto del cuerpo
• Área sexual

Espíritu
.-Intuición – Función del espíritu humano que le permite al discípulo del Señor recibir y poder comunicarse con Dios.
Ver: Jeremías 33:3; 1 Corintios 2:13.
.-Comunión – Función del espíritu humano que le permite al discípulo del Señor, adorar a Dios en espíritu y verdad.
Ver: Juan 4:23-24
.-Conciencia – Función del espíritu humano que le permite al discípulo del Señor, darse cuenta que es de Dios, de su carne o del mundo. Relacionado con el discernimiento.
Ver: 1 Timoteo 1:5-6; Hechos 23:1; 24:16.

Alma
.-Mente – Función del alma donde se encuentran los conocimientos adquiridos. Todo aquello que el discípulo recibe en su mente que en las Escrituras menciona como entendimiento.
Ver: Colosenses 2:2-3; Romanos 12:2.
.-Voluntad – Función del alma que tiene el poder de escogimiento. Poder de decir si o no, obedecer o desobedecer.
Ver: Hebreos 13:21; Filipenses 2:13.
.-Emociones – Función del alma donde se encuentran las emociones que se expresan en alegría, tristeza, simpatías o antipatías, etc.
Ver: Filipenses 2:17-18; 4:4; 2 Corintios 6:10.

Cuerpo
.-Cerebro – Función del cuerpo que lo diferencia del resto de los animales de la creación.
.-Resto del cuerpo – Todo lo que corresponde al resto del cuerpo humano.
.-Área sexual – Las Escrituras señalan como un área extraordinariamente importante que el verdadero discípulo del Señor debe cuidar con mucho celo.
Ver: 1 Tesalonicenses 5:23; Romanos 12:1-2; 1 Corintios 6:18; Hebreos 13:4; Salmos 103:1-2.

• El fruto espiritual vs. los dones espirituales
En Gálatas 5:22-23 dice: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”
En 1 Corintios 12:1 dice: “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales”

• El fruto espiritual en el discípulo de Jesucristo.

Fruto espiritual es el resultado de un proceso de crecimiento espiritual del cristiano verdadero a través de una perseverante actividad espiritual como la oración, lectura de la Palabra de Dios. Buscando en lo posible no dejar de congregarse.
Definitivamente, todo cristiano nacido de nuevo y lavado en la preciosa sangre de Jesucristo deberá buscar manifestar el fruto del Espíritu Santo que es el amor y como consecuencia el resto de las características que lo acompañan, es decir gozo, paz, paciencia, benignidad, fe, mansedumbre y templanza.
Nuestro Señor Jesucristo enseñó claramente que el cristiano verdadero se lo conocería por sus frutos.
Ver: Mateo 7:16-17
Asimismo la verdad espiritual de que la voluntad del Señor es que los suyos puedan llevar mucho fruto, para la gloria de Dios.
Ver: Juan 15:8-9.

• El discípulo de Jesucristo y el fruto espiritual en su vida cristiana.

El discípulo de Jesucristo no solo debe ser un buen cristiano sino parecerlo.
La evidencia más clara es la manifestación del amor de Dios, en su vida.
Este amor no es el amor terrenal que el mundo conoce. Es decir el amor sensual y emocional que es condicional y que se acaba y es tan difundido en los medios de comunicación masiva como el cine y la televisión a través de las telenovelas. Este amor emocional nace de la naturaleza caída del ser humano y solo permanece y está condicionado a la respuesta del ser a quien se ama; por lo que cuando esto no ocurre entonces viene el rompimiento y se acaba el amor natural. Responde a la siguiente afirmación: "...te amo mientras tu me ames o porque mereces mi amor".
En cambio, el amor de Dios o amor ágape (del griego "agapao"), tiene la virtud de ser eterno. Manifiesta ampliamente el carácter del Señor.
Ver: Jeremías 31:3.

Por tanto las características de este amor son que es eterno e incondicional.
El amor de Dios responde a la afirmación: "...yo te amo aunque tu no me ames…”.
Evidentemente para el mundo impío esto llega a ser una verdadera locura. El Señor desea que sus hijos manifiesten en su vida este amor de Dios.

• Como manifestar el fruto del amor de Dios frente a un mundo materialista y muchas veces hostil.

Ciertamente para el hombre natural es muy difícil ya que nuestra naturaleza carnal nos inclina a responder mal por mal, violencia por violencia, etc.
Por ello necesitamos el poder del Espíritu Santo y su llenura constante para vivir una vida que lleve fruto abundante. La Palabra de Dios, enseña que lo imposible para el hombre es posible para Dios.
Ver: Lucas 18:27.

Recordemos que el Señor por eso mismo, envió el Espíritu Santo, para que su amada iglesia pueda recibir poder. Podemos discernir que lo que en nuestra naturaleza carnal es imposible, con la llenura del Espíritu Santo se hace posible.
Ver: Hechos 1:8.

• Características que diferencian el amor de Dios del amor emocional o terrenal propio de la naturaleza caída.

La Palabra de Dios enseña claramente que hay una gran diferencia entre el amor terrenal propio de la naturaleza caída; y el amor de Dios perfeccionado en sus hijos. Mientras que el amor terrenal o mundano es pasajero y condicional; el amor de Dios es eterno e incondicional. Pero, alguien podría pensar que, como el amor de Dios es incondicional y eterno, entonces se puede pecar indiscriminadamente y su amor permanece igual; lo mismo que la salvación en el Señor.
Si piensas así; ¡NO TE ENGAÑES! Dios no puede ser burlado. Lo que el hombre siembre esto ciertamente cosechará.
Ver: Gálatas 6:7-8

El amor de Dios por las vidas permanece inalterable, pero así también la ley espiritual continúa: el pecado separa al hombre de Dios; y la persona que practique el pecado jamás podrá llevar fruto abundante y agradable al Señor.
Ver: Gálatas 5:21

El amor de Dios se halla descrito en Su Palabra en forma muy clara. En un pasaje bíblico se expresa la radiografía del amor de Dios.
Ver: 1 Corintios 13:4-7

Aquel que ha decidido firmemente seguir a Cristo como su discípulo sincero y verdadero buscará de corazón ser lleno del Espíritu Santo y del amor de Dios, y conforme vaya buscando y creciendo en el Señor, estas características se irán manifestando en su vida. Lo contrario será una vida sin fruto espiritual viviendo en la carne.

• ¿Qué otras características del fruto espiritual que es el amor existen?

El resto de las expresiones del fruto espiritual, se encuentran en estrecha relación con el amor de Dios:

• Gozo es la fortaleza del amor de Dios en el cristiano
Se expresa como la fuerza que provoca en nosotros el amor de Dios como respuesta a la llenura del Espíritu Santo.
Ver Nehemías 8:10.

• Paz es la seguridad del amor de Dios en el cristiano
Se expresa como esa seguridad interior de saber que uno está en las manos de Dios.
Ver: Filipenses 4:6-7.

• Paciencia es la resistencia del amor de Dios en el cristiano
Se expresa a través del comportamiento cristiano en los momentos de prueba ya que su caminar requiere muchas veces de paciencia. Por ello es necesaria la permanente llenura del Espíritu Santo.
Ver: Juan 16:33.

• Benignidad es la conducta del amor de Dios en el cristiano
Se expresa en el comportamiento del cristiano con los demás.
Ver: Colosenses 3:12-14.

• Bondad es el carácter del amor de Dios en el cristiano
Se expresa en el comportamiento del cristiano que solo buscará el bien de los demás y nunca devolver mal por mal.
Ver: 1 Pedro 3:9



• Fe es la confianza del amor de Dios en el cristiano
Se expresa en la certeza del cristiano en el cumplimiento de las promesas del Señor en su Palabra para consigo mismo, su familia, otros hermanos y la iglesia.
Ver: Hebreos 11:1

• Mansedumbre es la humildad del amor de Dios en el cristiano
Se expresa en el comportamiento del cristiano imitando al Señor, en los días de su ministerio de salvación en la tierra. Muchas veces se confunde mansedumbre con debilidad pero precisamente es lo contrario. Un cristiano fuerte en el Señor manifestará mansedumbre en su vida.
Ver: Mateo 11:29.

• Templanza es el equilibrio del amor de Dios en el cristiano
Se expresa en una vida ordenada y evitando excesos y vicios que contaminan el cuerpo. El cristiano con la guía del Espíritu Santo buscará vivir de esta manera.
Ver: 1 Corintios 6:12; 10:23.

• El don espiritual vs. el fruto espiritual.

Don significa regalo.
Por tanto, los dones espirituales son regalos que el Señor provee a través del Espíritu Santo de Dios.
Existe una gran diferencia entre el don y el fruto espiritual.
Mientras que el fruto espiritual es el resultado de un crecimiento espiritual y una permanente búsqueda del Señor y su Palabra; el don espiritual es un regalo que es independiente del fruto.
Por ello, en la Biblia, encontramos una seria exhortación de parte del apóstol Pablo a los corintios que aunque tenían todos los dones no manifestaban crecimiento espiritual sino por el contrario inmadurez espiritual.

• Dones espirituales mencionados en la Biblia y quien los distribuye.

Existen por lo menos dos listas de dones:
Ver: Romanos 12:6-8 y 1 Corintios 12:8-10.

Estos dos pasajes bíblicos se complementan ya que existen dones en uno que no aparecen en el otro y viceversa. En realidad a diferencia del fruto del Espíritu Santo cuyas características suman nueve en total, los dones espirituales suman un número mayor y no determinado, ya que algunos son específicos y otros son generales.
El apóstol Pablo instaba a los corintios procurar o pedir los dones espirituales, pero sobre todo aquel que se relacionaba con la edificación del cuerpo de Cristo, la Iglesia. Es decir que se busque en primer lugar el fruto espiritual por excelencia: el amor, que estudiamos líneas arriba.
Ver: 1 Corintios 14:1

Estudiando la lista en 1 Corintios 12:8-10 encontramos las características de por lo menos nueve dones espirituales:

• Don de Palabra de Sabiduría
El Espíritu Santo capacita al cristiano para encontrar el camino a seguir en una situación de difícil solución y de acuerdo a la voluntad de Dios.



Es una declaración sabia mediante la obra del Espíritu Santo. Aplica la revelación de la Palabra de Dios o la sabiduría del Espíritu Santo a una situación o un problema específico. Ver: Hechos 6:10; 15:13-22. Sin embargo no es lo mismo que tener la sabiduría de Dios para el diario vivir. Esta se obtiene mediante el estudio diligente y meditación de la Palabra de Dios y a través de la oración. Ver: Santiago 1:5-6.

• Don de Palabra de Ciencia o de conocimiento
Es una declaración inspirada por el E. Santo que revela conocimientos de personas, circunstancias o verdades bíblicas. A menudo se relaciona estrechamente con la profecía. Ver: Hechos 5:1-10; 8:18-23; 1 Corintios 14:24-25. Revelación especial por el E, Santo, que un cristiano recibe de aspectos que frecuentemente se encuentran como misterios para el resto de la Iglesia.

• Don de Fe
Es necesario aclarar que no es la fe salvadora, sino una fe sobrenatural y especial impartida por el E. Santo que capacita al creyente para que crea que Dios puede hacer lo extraordinario o lo milagroso. Es la fe que mueve montañas y con frecuencia aparece combinada con otras manifestaciones tales como las sanidades y milagros.
Ver: 1 Corintios 13:2; Mateo 17:20. También es la certeza provista por el E. Santo al creyente, sobre promesas divinas que son esperadas por el conjunto de la Iglesia.

• Dones de Sanidades
Estos dones son dados por el E. Santo a la iglesia para restaurar la salud física por medios sobrenaturales. Ver: Mateo 4:23-25; 10:1; Hechos 3:6-8; 4:30. El plural “dones”, indica la sanidad de diversas enfermedades y sugiere que cada acto de sanidad es un don especial de Dios. Aun que los dones de sanidades no se dan a todos los miembros del Cuerpo de Cristo de manera especial
– 1 Corintios 12:11, 30, todos los creyentes pueden orar por los enfermos. Por la oración de fe serán sanados los enfermos. En definitiva es el E. Santo que capacita al creyente para realizar sanidades en el nombre del Señor Jesús y para la Gloria de su Nombre.

• Don de Realizar Milagros
Son actos de poder sobrenatural que alteran el curso normal de la naturaleza. Incluyen actos divinos en los que se manifiesta el reino de Dios en contra de Satanás y espíritus malignos. Son manifestaciones sobrenaturales realizadas por el creyente en el poder del E. Santo, de actos fuera de las leyes naturales conocidas por el hombre. Ver: Juan 6:9-14; Lucas 13:10-16.

• Don de Profecía
Se debe distinguir entre la profecía como manifestación temporal del Espíritu Santo – 1 Co. 12:10, y la profecía como un don de ministerio de la iglesia – Efesios 4:11. Como don espiritual es una manifestación del Espíritu Santo que capacita al creyente para dar un mensaje de revelación directa de Dios bajo el impulso del E, Santo – 1 Corintios 14:24-25; 29-31. Es necesario aclarar que no es primordialmente la predicción del futuro, sino la proclamación de la voluntad de Dios y la exhortación y el consuelo al pueblo de Dios buscando orientarlo a la búsqueda del reino de Dios y su justicia y a la fidelidad a la palabra de Dios. Por tanto será para edificación, exhortación y consolación de los creyentes.

• Don de Discernimiento de espíritus
Mediante este don especial el Espíritu Santo faculta para discernir y juzgar debidamente a las profecías y distinguir si un mensaje es de Dios – 1 Juan 4:1. Especialmente en este tiempo es muy necesario este don especial ya que existe un aumento de falsos maestros y falsos profetas. A través de este don el Espíritu Santo capacita para que el cristiano pueda discernir la actividad de espíritus inmundos o demonios engañadores que puedan estar contaminando y oprimiendo a los hermanos en la Iglesia o congregación, así como para diferenciar lo santo de lo profano.

• Don de Diversos Géneros de Lenguas
Con respecto a las “lenguas” el griego “glossa” que significa idioma, como manifestación sobrenatural del E. Santo debe señalarse lo siguiente: a) Se pueden tratar de lenguas humanas habladas y vivas – Hechos 2:4-6; o lenguas desconocidas en la tierra como por ejemplo “lenguas angélicas” – 1 Corintios 13:1. Este lenguaje es incomprensible tanto para el que habla como para el que escucha – 1 Corintios 14:14 y 16. A través del don de lenguas el espíritu humano y el Espíritu de Dios se encuentran de modo que el creyente se comunica directamente con Dios – en la oración, la alabanza o la acción de gracias; expresándose con el espíritu y no con la mente – 1 Corintios 14:2, 14, y orando por sí mismo o por los demás bajo la influencia directa del Espíritu Santo sin que intervenga la actividad mental – 1 Corintios 14:2, 4, 15, 28. Judas 20. En resumen don de lenguas o diversos géneros de lenguas son lenguaje(s) espiritual(es), no comprensible(s) al oído humano, que el E. Santo capacita al creyente para dirigirse a Dios. El discípulo del Señor puede llegar a recibir más de un género de lenguas.

• Don de Interpretación de Lenguas
Mediante este don el E. Santo faculta para comprender y comunicar el significado de un mensaje en lenguas. Esto si es para la congregación buscará su edificación a medida que responda al mensaje.
Por el Espíritu Santo, puede recibir el don de la interpretación de lenguas el que habla en lenguas u otro creyente que le esta escuchando. El que habla en lenguas debe pedir el don de la interpretación Ver: 1 Corintios 14:13.

• Los dones ministeriales y quien los distribuye

Efesios 4:11-12

Se consideran los cinco ministerios que encontramos en la Iglesia del Señor: apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro.
Constituyen hermanos llamados al servicio de la iglesia, generalmente a tiempo completo. En el ministerio del apóstol Pablo tan pronto se lo encontraba haciendo tiendas que era su oficio junto a otros hermanos o entregado totalmente a la predicación del evangelio – Hechos 18:2-3, 5.
Es muy necesario hacer notar que es el Señor el que constituye a través de un llamado divino.
Ver: Efesios 4:11-12
Mientras que los dones espirituales en general son distribuidos por el Espíritu Santo para la edificación de la Iglesia, y se encuentran disponibles para todos los hermanos en la iglesia; los dones ministeriales son dados por el Señor Jesucristo mismo, a determinados hermanos, para servicio al cuerpo de Cristo como guías y ejemplos de la Iglesia.
Ver: Efesios 4:13-15.

• Los cinco ministerios espirituales o dones ministeriales en la iglesia del Señor Jesucristo y su propósito.

La Iglesia del Señor Jesucristo tiene cinco ministerios espirituales que son dados por el Señor Jesucristo, el mismo que constituye a unos apóstoles a otros, profetas a otros evangelistas a otros pastores y maestros.

• Don ministerial de apóstol
El oficio de apóstol se aplica a ciertos líderes en el Nuevo Testamento. El término significa “enviado”.
Originalmente recibieron esta denominación aquellos varones que fueron escogidos por el Señor Jesucristo para que fueran discipulados por El, y luego de ser testigos de su resurrección y ascensión a la diestra del Padre, recibieran la Gran Comisión de la predicación del evangelio y el establecimiento de su Iglesia. Ellos fueron los primeros discípulos y a los que el Señor llamó apóstoles. Ver: Lucas 6:13.
El apóstol Pablo fue escogido después de la ascensión de nuestro Señor Jesucristo a la diestra del Padre. Fue añadido a los doce iniciales con llamado apostólico a los gentiles de parte de nuestro Señor. Ver: 1 Corintios 15:7-8; Gálatas 2:7-9; 1 Timoteo 2:7.
Los primeros doce apóstoles incluido el apóstol Pablo fueron los únicos que recibieron del Señor, la autoridad extraordinaria dentro de la verdadera iglesia del Señor Jesucristo, de proporcionar a la iglesia del Señor la revelación divina y el mensaje evangélico original, único y definitivo. En este sentido no existen sucesores, en la actualidad. Por tanto, fue hasta el apóstol Pablo donde se completaron los apóstoles con un ministerio especial y exclusivo. Ver: Efesios 2:20-22.
En la iglesia del primer siglo apóstol se designaba a cualquier mensajero designado y enviado como misionero o para alguna otra responsabilidad especial – Hechos 14:4; 14; Romanos 16:7. Eran hombres que manifestaban liderazgo espiritual extraordinario, eran ungidos con poder para enfrentarse directamente a los poderes de la oscuridad y para confirmar el evangelio con milagros y estaban dedicados a establecer iglesias locales en lugares “vírgenes” o donde no se había predicado o sembrado la palabra de Dios, conforme a la verdad y pureza apostólica. Hoy, sigue siendo importante la misión de los apóstoles como los actuales misioneros, y con las características propias de su liderazgo siempre basados en la Palabra de Dios.

• Don ministerial de profeta
Son proclamadores e intérpretes de la Palabra de Dios, llenos del Espíritu Santo y levantados por el Señor para exhortar, animar, edificar, consolar a la iglesia.
De acuerdo a la plena guía del Espíritu Santo, ponen en evidencia el pecado, proclaman la justicia, advierten del juicio venidero y combaten la carnalidad y tibieza entre el pueblo de Dios. Debido al mensaje de justicia, los profetas y su ministerio pueden esperar un serio rechazo durante tiempos de apostasía y tibieza espirituales como los que hoy vivimos. Aunque es necesario aclarar que los mensajes de los profetas no se han de considerar infalibles. Sus mensajes se sujetan a la evaluación de la iglesia, a otros profetas y sobre todo a la Palabra de Dios. Se requiere que la congregación discierna y apruebe si lo que contiene es de Dios. Este ministerio se caracteriza por a) el celo por la pureza de la iglesia; b) capacidad para identificar las falsas enseñanzas apoyándose en la Palabra de Dios para confirmar su mensaje.
Ver: Hechos 13:1-2; 1 Pedro 4:11.

• Don ministerial de evangelista
Son siervos y siervas que el Señor capacita y comisiona para proclamar el evangelio o las buenas nuevas de salvación a los no salvos.
El ministerio de Felipe “el evangelista”, que las Escrituras registran en Hechos 8:4-40, da una clara muestra de la obra de un evangelista de acuerdo a las normas del Nuevo Testamento.
Felipe, predicaba el evangelio del Señor Jesucristo-vs.4-5 y 35, muchos recibían al Señor y se bautizaban -vs.6 y 12, señales, milagros, sanidades y liberaciones de espíritus inmundos acompañaban a la predicación - vs.6-7 y 13, y se interesaba que los recién convertidos sean llenos del Espíritu Santo de Dios –vs.12 y 17.

• Don ministerial de pastor
Son siervos levantados por el Señor y capacitados por El con el propósito de supervisar y cuidar de las necesidades espirituales de una congregación local. También se les llama “ancianos” – Hechos 20:17 y también “obispos” – 1 Timoteo 3:1 y Tito 1:7.
La tarea de los pastores es proclamar la sana doctrina, refutar herejías – Tito 1:9-11. Enseñar la Palabra de Dios y ejercer el liderazgo en la iglesia local. Ver: 1 Tesalonicenses 5:12; 1 Timoteo 3:1-5. Ser ejemplos de pureza y sana doctrina y supervisar que todos los creyentes permanezcan en la gracia divina. De acuerdo a las Escrituras no se elegían a los pastores por métodos carnales o mundanos como elecciones por mayoría o juegos de poder, sino por la sabiduría del Espíritu Santo que guiaba a hacer la voluntad del Señor y quien confirmaba en definitiva por su Espíritu Santo a la iglesia local a los que El había levantado como siervos suyos en el ministerio de pastor.

• Don ministerial de maestro
Son siervos levantados y capacitados por el Señor con un don especial a fin de esclarecer, exponer y proclamar la Palabra de Dios para la edificación del cuerpo de Cristo. – Efesios 4:12.
Defender con la ayuda del Espíritu Santo el evangelio que se les ha confiado. Deberán guiar fielmente a la iglesia a la revelación bíblica y al mensaje original de Cristo y los apóstoles y perseverar en esa tarea.
Hoy, más que nunca el don ministerial de los maestros tiene una tremenda importancia ya que procurarán que la iglesia no caiga en errores doctrinales producto de la aparición de nuevos vientos de doctrina con base en experiencias religiosas, imaginaciones del corazón, ideas y filosofías humanistas contrarias a la Palabra de Dios. Por tanto, el propósito principal de la enseñanza bíblica es preservar la verdad y producir santidad al guiar al cuerpo de Cristo a una consagración a la vida en santidad de acuerdo a la Palabra de Dios.
Ver: 2 Timoteo 1:11-14.

Prueba del genuino bautismo en el Espíritu Santo

Hechos 10:44-45

En definitiva es muy necesario recordar que la Biblia declara que los verdaderos discípulos del Señor debemos poner a prueba y sopesar todo lo que pretenda ser del E. Santo.
Ver: 1 Tes. 5:19-21; 1 Co. 14:29.
El tiempo que vivimos es muy peligroso por ello es necesario tomar en cuenta la recomendación del apóstol Juan. Ver: 1 Juan 4:1.
El verdadero bautismo en el E. Santo hará exaltar, amar y glorificar a Dios el padre y a nuestro Señor Jesucristo más que al principio de su conversión.
Ver: Juan 16:13-14; Hechos 2:11; 7:55-56.
El discípulo del Señor experimentará más del amor de Dios en su vida. Ver: Romanos 5:5.
El discípulo tiene un mayor amor y aprecio por las Escrituras. Hará más profundo el amor a otros seguidores de Cristo y el interés en ellos.
El discípulo que experimenta el bautismo en el E. Santo buscará apartarse del pecado y más bien buscará obedecer fielmente al Señor y su Palabra.
El discípulo que ha experimentado el bautismo en el E. Santo manifestará un mayor deseo y poder para testificar acerca de la obra salvadora del Señor.
Un genuino bautismo en el E. Santo dará más conciencia al discípulo que lo ha recibido de la obra, la dirección y la presencia del Espíritu en la vida diaria. Buscará diariamente fortalecer esta conciencia en oración y lectura de la Palabra de Dios.
Una señal inicial externa del genuino bautismo en el E. Santo según lo declara las Escrituras es el hablar en lenguas.

El don de hablar en lenguas

Hechos 2:4

La Biblia enseña que el hablar en lenguas es una señal visible de Dios la cual acompaña el bautismo del E. Santo. Ver. Hechos 10:45-47; 19:6.
Hablar en lenguas es una manifestación inspirada mediante la cual el espíritu del creyente y el Espíritu Santo se unen en alabanza y adoración verbal. Inicialmente se dio el día de Pentecostés cuando 120 judíos fueron llenos del E. Santo y hablaron en lenguas conforme al E. Santo les diera que hablasen.
Las Escrituras enseñan que el hablar en lenguas es uno de los dones espirituales repartidos por el E. Santo.
Ver: 1 Corintios 12:4-10.
Es muy importante el considerar que este don tiene por lo menos dos propósitos fundamentales:
1.- El hablar en lenguas acompañado de interpretación se emplea en los cultos de adoración para trasmitir el mensaje a la congregación, de modo que todos puedan participar de la adoración, la alabanza o la profecía dirigida por el E. Santo. Ver. 1 Corintios 14: 5-6; 13-17.
2.- El discípulo del Señor usa las lenguas para dirigirse a Dios en su tiempo devocional personal y edifica así su vida espiritual. Ver; 1 Corintios 14:4.
A través del don de lenguas se habla en el espíritu con el fin de orar, dar gracias, alabar o cantar.

• El falso hablar en lenguas
No menos importante es que el verdadero discípulo del Señor Jesucristo, reconozca el falso hablar en lenguas.
El simple hecho de hablar en “otras lenguas”, o cualquier otra manifestación sobrenatural, no es prueba indiscutible de la obra y la presencia del Espíritu Santo de Dios.
El hablar en lenguas puede ser falsificado por la iniciativa humana o la actividad demoníaca. La Biblia nos advierte de probar si la experiencia viene de Dios – 1 Juan 4:1.
El genuino bautismo en el Espíritu Santo tiene que ser el resultado espontáneo de ser lleno del E. Santo conforme a como el mismo E. Santo dirija el hablar en lenguas. Por tanto no es un fenómeno aprendido, ni tampoco puede enseñarse diciendo a los discípulos que hablen o repitan ciertas sílabas incoherentes.
En definitiva el genuino bautismo en el E. Santo con la evidencia de hablar en lenguas, se verá en el discípulo del Señor, cuando en su vida exprese un cada vez mayor amor al Señor Jesucristo y a las Escrituras, procurando todos los días obedecer la Palabra de Dios en todos los ámbitos de su vida diaria.
No olvidemos el pasaje de las Escrituras de aquellos que hacían señales y fueron rechazados por el Señor como hacedores de maldad.
Ver. Mateo 7:20-23.

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